L. quiso ayudar a la mamá de una amiga que estaba internada en un sanatorio privado de la ciudad y necesitaba dadores de sangre. No sabía que su orientación sexual iba a impedírselo. Pero así fue. Respondió una serie de preguntas que son obligatorias por parte del Ministerio de Salud de la Nación y cuando expresó que sí, que mantenía relaciones sexuales con personas de su mismo sexo, un médico del efector le explicó que esa cuestión no era negociable. No iba a poder colaborar con esa persona enferma. Volvió a su casa con una gran sensación de discriminación que nunca antes había vivido en carne propia.

Desde la Federación Argentina de lesbianas, gays, bisexuales y trans ( FALGBT) confiaron que el impedimiento de donar sangre para la población de varones gays es una de las denuncias que más reciben en la organización. “Es una inquietud muy común y que afecta y pega muy fuerte en el colectivo”, indicó a Rosario3.com el presidente de la organización, Esteban Paulón.

“En los sanatorios y clínicas privadas de Rosario no se les permite dar sangre a los homosexuales basados en la legislación vigente. En cambio, esta situación ya no se registra en los efectores públicos del territorio santafesino donde el formulario de preguntas no integra más cuestiones vinculadas a la sexualidad”, aclaró.

Para hombres: ¿Tuvo usted relaciones sexuales con otro hombre? Para mujeres: ¿En los últimos 12 meses, tuvo Ud. relaciones sexuales con un hombre que tuvo a su vez relaciones sexuales con otro hombre? Ambos interrogantes integran el formulario que el Ministerio de Salud de la Nación obliga a completar a los donantes. En los dos casos, responder con un “sí” impide tal acción, por lo cual, la población gay –y sincera–queda excluida de este derecho.

“Este formulario forma parte del protocolo vigente que excluye de la donación a los homosexuales al considerarlo un grupo de riesgo”, señaló el dirigente. “Se trata de un concepto antiguo que establece que la orientación sexual de una persona es un riesgo y no su conducta a la hora de relacionarse sexualmente. Es discriminatorio y a la vez, vulnera el derecho a la intimidad de cualquier persona contemplada en la Constitución nacional”, observó.

Paulón explicó que existe un proyecto de ley que establece la eliminación de estas preguntas del formulario. El año pasado obtuvo la media sanción en la Cámara de Diputados pero todavía debe pasar por el Senado.

No hay mucho tiempo para ello, ya que en noviembre de este año vence el plazo y si no se aprueba, quedará todo en la nada. La iniciativa fue presentada por primera vez en 2008 por el diputado nacional socialista Roy Cortina, junto a la FALGBT.

“Sabemos y denunciamos acciones concretas de parte del Ministerio de Salud de la Nación que buscan que no se apruebe este proyecto”, remarcó el dirigente por la diversidad sexual, quien sin embargo, prefirió ser optimista al respecto: “Necesitamos poner esto en la agenda legislativa. Una vez que se trate no creo que existan representantes con argumentos sólidos para mantener este impedimento”, confió.