Los dos pobres tipos –al fin de cuentas del ejército de los sin techo– dormían en la puerta de un edificio, en San Lorenzo y Vera Mujica. Nadie sabe bien cómo, de golpe aparecieron prendidos fuego. Uno de ellos, Omar Martínez, de 55 años, estaba muy grave, con el 80 por ciento del cuerpo quemado, y debió ser internado en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca). El otro, Víctor, tenía quemados sólo los pies y fue derivado al Centenario.

La dantesca escena que se vivió en San Lorenzo y Vera Mujica fue cerca de las 3 de la mañana. La noche estaba cálida, por lo cual dormir afuera no suponía mayores problemas para Omar y Víctor. Pero no, la noche no fue tranquila. Aún no se sabe por qué, si fue un tercero o ellos mismos, aparecieron atrapados por las llamas. La posibilidad de que haya sido accidental es la que más credibilidad ganaba entre policías y bomberos, luego de que a poco de sucedido el episodio se barajara la posibilidad de que, como suele suceder en España, alguien los haya rociado con combustible y prendido fuego. "No estamos en España", dijo más tarde a Radio 2 el titular de la comisaría 7ª. Daniel Cabrera. 

Cuando se descubrieron con fuego sobre sus ropas deshilachadas primero fueron auxiliados por un par de ciclistas que pasaban por el lugar y luego por vecinos del propio edificio que, interrumpido el sueño por el feroz griterío, empezaron a tirarles agua desde los balcones.

Cuando al fin lo apagaron y llegó la ambulancia se pudo constatar que la peor parte se la llevó Martínez, que según relataron fuentes policiales estaba grave en el Heca.