Casi dos millones y medio de peregrinos musulmanes terminarán este martes su sagrada actividad anual. Una vez terminado el ritual de la lapidación de las tres columnas, volverán a La Meca para dar siete vueltas a la Cava, el enorme cubo recubierto con una tela negra hacia la cual los musulmanes se dirigen para rezar o enterrar a sus muertos.

La peregrinación, de acuerdo a las autoridades saudíes, se ha desarrollado sin lamentar ninguna víctima. En los últimos años, cientos de peregrinos han muerto debido a las estampidas ocurridas en el puente de "Yamarat" (piedras), donde cumplen con el apedreamiento de las tres columnas que representan al demonio.

En el apedreamiento de las tres columnas, los peregrinos lanzan siete piedras contra cada una de ellas al grito de Allah-u-Akbar (Dios es grande). Según la tradición musulmana, el demonio se presentó ante Abraham y lo instó a no cumplir con el mandato divino de sacrificar a su hijo, antes de que Dios le ordenara dejar al niño y hacer el sacrificio con un cordero.

La peregrinación es uno de los cinco pilares del Islam, un precepto que debe cumplir cada musulmán, al menos una vez en la vida, a la ciudad de La Meca.

Fuente: EFE