Dos monjas de clausura que fueron temprano a votar en las elecciones celebradas en Chile este domingo debieron desempeñarse como vocales de mesa, por ausencia de quienes estaban designadas, tarea que cumplieron en completo silencio, informó la prensa local.

El hecho se produjo en un centro de votación de la localidad de Quillota, unos 100 kilómetros al norte de Santiago, hasta donde llegaron las monjas, pertenecientes a un convento benedictino de la zona y fueron requeridas como vocales, por la falta de personas para constituir la mesa.

Acostumbradas a vivir encerradas, las religiosas acataron el llamamiento, pero optaron por cumplir con su deber cívico en completo silencio, dedicadas a doblar los votos y supervisar el libro de registro.

La anécdota, que generó la atención de los vecinos que acudieron a votar a la escuela República de Canadá, de Quillota, dio el toque simpático a la jornada electoral de este municipio de la Región de Valparaíso.

La presidenta de la mesa 77, en la cual las monjas actuaron de vocales, Alejandra Jarufe, destacó la "excelente disposición" de las religiosas y su perfecta participación en el proceso electoral, aunque no logró enterarse si además de vivir en clausura, también cumplen un voto de silencio.

Fuente: EFE