Dos pescadores estuvieron náufragos por más de cuarenta días en el mar luego de que partieron desde la isla de San Vicente y se quedaran sin combustible. Sobrevivieron en el bote, alimentándose con pescado crudo y bebiendo agua de lluvia. Ambos fueron rescatados cerca de la costa atlántica de Costa Rica, según informó la prensa de ese país.
Durante 44 días, los dos pescadores navegaron a la deriva más de 2.300 kilómetros luego de se rescatados por un barco pesquero costarricense cerca de la isla de Uvita, en el Caribe.
Otros tres tripulantes del bote habían saltado al agua para nadar hacia tierra creyendo ver una isla cuando llevaban casi un mes en el mar, relataron los pescadores Keron Walters, de 22 años, y Anthony Nantan, de 32. "Mi amigo y yo decidimos esperar (en el bote) a que nos rescataran. No sabemos si ellos sobrevivieron", relató Nantan, quien fue internado con su compañero en un hospital del puerto costarricense de Limón con signos de deshidratación.
"Estaban tan débiles que ni siquiera se podían levantar", dijo el pescador Carlos Pérez, quien los encontró con un compañero. Pérez y su colega inicialmente no vieron señales de vida en el bote a la deriva. "Al acercarnos vimos a dos personas cubiertas por un saco. Era lo único que tenían para protegerse del sol".
"Al acercarnos, uno de ellos logró ponerse de pie y se arrojó sobre mi compañero", agregó Pérez. "Lloraba de felicidad. El otro tenía una Biblia en la mano. No les entendíamos casi nada. Les dimos algo de comer y mucha agua."
"Las personas que nos salvaron nos dijeron que teníamos muchísima suerte de estar vivos", dijo Walters.
Durante 44 días, los dos pescadores navegaron a la deriva más de 2.300 kilómetros luego de se rescatados por un barco pesquero costarricense cerca de la isla de Uvita, en el Caribe.
Otros tres tripulantes del bote habían saltado al agua para nadar hacia tierra creyendo ver una isla cuando llevaban casi un mes en el mar, relataron los pescadores Keron Walters, de 22 años, y Anthony Nantan, de 32. "Mi amigo y yo decidimos esperar (en el bote) a que nos rescataran. No sabemos si ellos sobrevivieron", relató Nantan, quien fue internado con su compañero en un hospital del puerto costarricense de Limón con signos de deshidratación.
"Estaban tan débiles que ni siquiera se podían levantar", dijo el pescador Carlos Pérez, quien los encontró con un compañero. Pérez y su colega inicialmente no vieron señales de vida en el bote a la deriva. "Al acercarnos vimos a dos personas cubiertas por un saco. Era lo único que tenían para protegerse del sol".
"Al acercarnos, uno de ellos logró ponerse de pie y se arrojó sobre mi compañero", agregó Pérez. "Lloraba de felicidad. El otro tenía una Biblia en la mano. No les entendíamos casi nada. Les dimos algo de comer y mucha agua."
"Las personas que nos salvaron nos dijeron que teníamos muchísima suerte de estar vivos", dijo Walters.


