En una reñida votación con 220 legisladores a favor y 215 en contra, la Cámara respaldó el proyecto de ley que ampliaría la cobertura de salud a millones de personas que carecen de seguro y prohibiría prácticas como el rechazar a individuos con condiciones preexistentes.

Barak Obama calificó de "histórica" la aprobación del texto en la Cámara de Representantes, y manifestó su deseo de que el Senado siga el ejemplo.

Los demócratas festejaron y se abrazaron cuando se alcanzó el voto 218 y lo volvieron a hacer cuando la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dio un martillazo y anunció el resultado.

La batalla en torno a la principal prioridad nacional de Obama se traslada ahora al Senado de los Estados Unidos, que trabaja en su propia versión de reforma.

La discusión se prolongó durante semanas porque el líder demócrata del Senado, Harry Reid, busca una propuesta que reciba los 60 votos necesarios. Cualquier diferencia entre los proyectos de ley del Senado y la Cámara tendrán que ser reconciliadas eventualmente, y el proyecto final deberá ser aprobada por ambas cámaras nuevamente antes de que sea enviado a Obama para que lo firme y lo convierta en ley.

"Gracias por el duro trabajo en la Cámara, estamos sólo a dos pasos de lograr una reforma a los seguros de salud. Ahora el Senado de Estados Unidos debe seguir el ejemplo y aprobar su versión del proyecto de ley", dijo Obama en un comunicado después de la votación.

"Estoy absolutamente seguro de que así será y espero con ansias firmar una reforma detallada a los seguros de salud para convertirla en ley antes de fin de año", agregó.

El proyecto de reforma llevaría a los mayores cambios de política sanitaria que afectarían al sector de servicios de salud de los Estados Unidos, de 2,5 billones de dólares, que corresponde a un sexto de la economía del país, desde la creación del programa Medicare para los ancianos en 1965.