El grupo separatista vasco ETA asumió este miércoles su responsabilidad por el atentado que hace diez días causó la muerte de dos ecuatorianos en el aeropuerto madrileño de Barajas, aunque aseguró que pretende mantener en pie el alto el fuego declarado nueve meses atrás.

La organización aseguró que no tuvo la intención de causar víctimas y denunció que las autoridades no desalojaron la playa de estacionamiento del aeropuerto, a pesar de que recibieron avisos sobre la ubicación de los explosivos, según un comunicado difundido por la versión digital del diario vasco Gara.

El comunicado, redactado en euskera (lengua vasca), alude a la explosión de un coche-bomba que el psado 30 de diciembre destruyó el estacionamieno de la Terminal 4 de Barajas y causó la muerte a dios ecuatorianos.

Según ETA, fue el Ejecutivo español y el gobernante Partido Socialista (PSOE) quienes pusieron obstáculos sin cesar al proceso de paz y provocaron la grave situación actual. El gobierno reaccionó de inmediato a través del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien advirtió que "a ETA sólo que le queda un camino, y es poner fin a la violencia".

No obstante, el grupo reafirmó los objetivos expresados en la declaración de alto el fuego del 22 de marzo pasado, en el que manifestaba su disposición a "impulsar un proceso democrático" en el País Vasco en el que sean reconocidos los derechos de sus habitantes.  ETA agregó que sus "decisiones y respuesta serán acordes a las actitudes del gobierno español", que "continúa sin cumplir sus compromisos de alto el fuego".

El comunicado se conoció un día después de que el ilegalizado partido vasco Batasuna, considerado el brazo político de ETA, le pidiera públicamente que "mantenga intactos los compromisos y objetivos" explicitados cuando anunció el alto fuego permanente.

En este contexto, dos presuntos miembros de la organización separatista vasca ETA fueron detenidos hoy en Ascain, en el sur de Francia, en un operativo conjunto de las policías española y francesa, informó el Ministerio del Interior español. Se trata de los primeros arrestos de supuestos etarras desde el atentado del 30 de diciembre.

Uno de los detenidos es Asier Larrinaga Rodríguez, quien huyó a Francia el pasado 23 de diciembre tras el descubrimiento de un escondite donde ETA guardaba explosivos en Amorebieta, en el País Vasco español, según el Ministerio del Interior.

La policía cree que Larrinaga también está relacionado con los explosivos listos para detonar hallados la semana pasada en la localidad vasca de Atxondo, informó el diario El País en su edición digital. El otro detenido es Garikoitz Etxeberría Goikoetxea, quien huyó a Francia en noviembre de 2004. Las detenciones se realizaron cerca de la localidad de Ascain, en el Pirineo francés, y en el momento de los arrestos ambos etarras estaban armados, dijeron fuentes policiales.

Este martes, el jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se reunió con el líder del conservador Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, para discutir la política antiterrorista, al tiempo que el partido independentista vasco Batasuna pidió un alto el fuego a ETA.

La reunión fue convocada de "urgencia" por el Ejecutivo socialista, con la intención de acercar posiciones con el PP en la nueva etapa abierta "tras la ruptura del proceso de paz" con la ETA, informó la vicejefa del gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega.

Al término de la reunión, Fernández de la Vega, afirmó que Zapatero ofreció a Rajoy un "diálogo permanente" en la disposición del Ejecutivo de "compartir una estrategia común" contra el terrorismo con "todos los partidos políticos".  "Sin diálogo, no hay acuerdo ni compromiso", aseguró Fernández de la Vega, quien recordó que hasta ahora, Rajoy hizo "oídos sordos" a las propuestas del gobierno.