La Gramática ha sido preparada durante once años por las veintidós Academias de la Lengua Española, capitaneadas por Ignacio Bosque, uno de los mayores expertos del ámbito hispánico en esta materia.

Lo que ahora se edita son los dos primeros tomos de la Gramática: 4.000 páginas dedicadas a la morfología y a la sintaxis, editada por Espasa, el sello que en el primer trimestre de 2010 también publicará el tomo de la fonética y la fonología, coordinado por José Manuel Blecua.

La nueva Gramática presenta un mapa de la unidad y de la variedad del español e ilustra las construcciones con 40.000 ejemplos, la mitad de los cuales proceden de textos de escritores y de la prensa de todos los países hispanohablantes.

La Gramática académica es descriptiva y normativa y, por primera vez, le presta una gran atención al español de América. En cualquier capítulo hay un sinfín de pruebas de la diversidad del español, como sucede, por ejemplo, en el apartado de los adverbios adjetivales, que "poseen más vitalidad" en América que en España.

En la nueva gramática se estudia ampliamente el voseo, un fenómeno que desapareció "casi totalmente" del español europeo en el XVII y principios del XVIII, pero que está muy extendido en algunas regiones de América, sobre todo en la rioplatense y centroamericana.

También los sustantivos terminados en "azo", que en Bolivia tienen empleo habitual en palabras como "nortazo" y "surazo", que designan vientos; en Venezuela se dice a veces "pupitrazo" para aludir a una protesta estudiantil o en Argentina “tractorazo” para señalar protestas de productores del campo.