Hacer de la magia una actividad familiar puede ser un método ideal para estimular el aprendizaje de nuestros hijos de forma innovadora y divertida. Los trucos y juegos de magia pueden tener efectos positivos en sus habilidades intelectuales, como el cálculo matemático, la memoria y la atención, y también les ayudarán a ser niños extrovertidos y seguros de sí mismos.

La magia puede sacar conejos de sombreros y hacer desaparecer a alguien en una explosión de humo, pero también puede ayudar a que tus hijos desarrollen sus habilidades sociales y se desenvuelvan mejor en el ámbito escolar. Xuxo Ruíz Rodríguez, nominado al Global Teacher Prize 2018, lo asegura en su libro Educando con Magia (Narcea, 2013). Tanto padres como hijos pueden practicar magia. Educar con magia a los niños favorece que desarrollen diferentes destrezas dependiendo de si son espectadores o hacen los trucos ellos mismos.

Destrezas intelectuales que desarrolla la magia en los niños

Xuxo Ruíz Rodriguez afirma que "para educar con magia los profesores pueden usar trucos de magia en el aula para estimular y motivar a los niños en campos tan diversos como la creatividad, las matemáticas, la comunicación oral, la autoestima y la psicomotricidad. Pero, este recurso no solo puede ser utilizado por los educadores, sino también por los padres".

Los padres pueden aprender algunos trucos de magia y mostrarlos a los niños. Esto será de mucha utilidad para desarrollar su intelecto. A continuación, te ofrecemos una lista de las destrezas que tus hijos pueden mejorar al ser espectadores de esta disciplina tan mágica.

Creatividad y memoria. Los niños siempre quieren saber cómo se hace un truco de magia después de observarlo. Motivarlos a encontrar la respuesta a esto por ellos mismos es una gran forma de estimular la creatividad y la memoria de nuestros hijos. Estos son rasgos que podrán aplicar más adelante en cualquiera de las profesiones a las que se dediquen.

Pensamiento matemático. Muchos juegos de magia consisten en enigmas matemáticos. Al utilizar estos trucos que presentan las matemáticas de una forma mucho más atractiva, podrás lograr que tu hijo pierda el miedo por esta asignatura y desarrolle una actitud más positiva hacia los números.

Aprender a pensar. Ante la magia, los niños se plantearán muchas preguntas. Esto está relacionado "con la necesidad esencial de comprender su entorno para poder interactuar con él". Si en lugar de dar a nuestros hijos la solución de un truco de magia, los guiamos para que la encuentren por sí solos, estaremos fomentando el desarrollo de un pensamiento y espíritu críticos.

Desarrollar la atención. En la actualidad, parece que nuestros hijos se distraen de cualquier actividad en un par de minutos. Mediante el uso de la magia, los niños se verán forzados a observar con cuidado los movimientos y pasos de un truco para encontrar su explicación. Así, inconscientemente, estarán desarrollando su capacidad de atención.

Comunicación escrita. Una actividad sencilla como hacer que tus hijos escriban las instrucciones para realizar un truco de magia después de que se lo has mostrado y explicado es una forma de practicar caligrafía y de mejorar la escritura de los niños.

Hacé de tu hijo un mago

Además de actuar como meros observadores, los niños pueden aprender trucos de magia, practicarlos y presentarlos. Y esto, más allá de ser solo un juego, fomentará su aprendizaje y sus habilidades sociales.

Un mago no es mago si no presenta sus trucos ante una audiencia. Y precisamente esto es lo que ayudará a estimular las habilidades sociales de nuestros hijos, incluyendo la expresión oral y la autoestima. Como la magia le gusta a casi todo el mundo, esta será una actividad divertida para compartir con compañeros y amigos.

Aprender trucos de magia logrará que nuestros hijos desarrollen su seguridad a la hora de expresarse y relacionarse con otros niños. Esto se traduce en un incremento de la autoestima y la confianza. Por eso es bueno motivarlos a que presenten sus trucos ante la clase, el grupo de amigos y la familia. Practicar la magia puede hacer de los niños más tímidos, personas abiertas y extrovertidas.

La magia es más útil de lo que parece y te ayudará a hacer de la educación de tus hijos un proceso más estimulante y divertido. Mediante el uso de trucos podrás ejercitar con los pequeños de casa habilidades como la creatividad, el pensamiento matemático, la atención y la escritura.

Además, los niños pueden convertirse en magos para mejorar sus capacidades sociales y desarrollar una alta autoestima que casi parecerá un acto de magia.

Fuente: hacerfamilia.com