El Arzobispado de Rosario alertó sobre la presencia de un hombre que realiza imposición de manos, sanaciones y exorcismos en la zona norte de la ciudad. A través de un comunicado advirtió que esta persona, de aproximadamente 40 años, "atrae gente que, con sencillez y buena fe, acude engañada y que en razón de sus necesidades materiales y espirituales cree ingenuamente en presuntos poderes".

Según denuncias de personas que acudieron ante él, las supuestas acciones curativas se realizan en el club Los Gringos, de calle doctor Vila y la vía, al norte de la ciudad. Al parecer, el hombre se viste con un alba, bendice detrás de un telón, donde hay sillas dispuestas para la espera, y es asistido por voluntarios, que dan el respectivo número.

En contacto con Radio 2, el arzobispo de la ciudad monseñor José Luis Mollaghan señaló que "aunque se presenta como seminarista oriundo de Santiago del Estero el Obispado de esa provincia ha expresado que allí no ha sido seminarista, y que aunque desde hace algún tiempo reside en esa provincia, no tiene permiso alguno para ejercer ningún ministerio". "En realidad, según se pudo establecer, habría sido seminarista de la diócesis de Santa Rosa de la Pampa. Pero queremos dejar en claro que no es sacerdote", sostuvo.

"Les queremos decir a los fieles que este hombre no tiene licencias o facultades para actuar de este modo como católico, ya que sus acciones están fuera de lo legítimamente autorizado por la Iglesia", remarcó monseñor Mollaghan.

Y abundó: "Mucha gente llega incluso recomendada por profesionales o personas calificadas. Sin embargo, todo lo que este hombre hace es una teatralización, donde a veces las personas son arrojadas al suelo y en muchas oportunidades algunos han salido golpeados y con hematomas", dijo Mollaghan.

Los exhorcismos en la Iglesia

En este sentido, a través del comunicado del Arzobispado se aclaró, que "los exorcismos o las oraciones semejantes que se equiparan, no se pueden realizar en ningún caso sin autorización expresa del Obispo diocesano, conforme a las normas del Código de Derecho Canónico vigente, y a través de los sacerdotes que designa el mismo Obispo".

En la Iglesia católica, el exorcista debe actuar "en estrecha dependencia del Obispo diocesano", y de acuerdo con el can. 1172, la Carta de la Congregación para la Doctrina de la Fe del 29 de septiembre de 1985 y el Rituale Romanum.

Las otras actuaciones que intenten exorcizar o se las denomine de este modo equivocadamente son realizadas "in fraude legis".

Asimismo, conforme a la instrucción, del 14 de septiembre de 2000, cuando se dan abusos en esta materia,
o cuando se produzcan graves desobediencias a las normas litúrgicas y disciplinares, o cuando haya evidente escándalo, debe intervenir el Obispo diocesano (art. 10).

"Las forma de artificialidad, teatralidad o sensacionalismo son reprobadas por la Iglesia en esta materia; y por ello
se debe evitar toda propaganda o repercusión mediática de estos acontecimientos no aprobados por la Iglesia", concluye el texto.

Cargando audio...

José Luis Mollaghan (Radio 2)