Pasó el cimbronazo en Santa Fe, pero Gustavo Alfaro sigue firme en su cargo de entrenador de Central. Tras el mal comienzo del equipo, que sólo obtuvo un punto sobre nueve posibles, fuertes fueron los rumores sobre un posible despido del DT, pero el presidente Horacio Usandizaga decidió ratificarlo en su cargo tras estar reunido en la tarde del lunes con el propio técnico y el vicepresidente Juan Carlos Di Felice.

El máximo dirigente auriazul justificó la decisión en experiencias anteriores. Es que hace menos de un año, y en medio de una situación similar, Leonardo Madelón fue ratificado y terminó salvando al equipo dos fechas antes del final; en cambio, a mitad del torneo anterior, Vitamina Sánchez fue despedido a causa de los malos resultados pero a su sucesor Alfaro le fue bastante peor. Por eso ahora se apuesta por la continuidad de Lechuga.

Por otro lado, el plantel de Central volvió a los entrenamientos el lunes por la mañana en Arroyo Seco con miras al choque del próximo viernes a las 21.15 ante Banfield. De cara a tal compromiso, el técnico tendría decidido cambiar el esquema actual por un clásico 4-3-1-2 con Ezequiel González de enganche definido y un acompañante para Caraglio adelante. Las alternativas: Franzoia, Vizcarra y Zelaya.

Además, Alfaro estaría evaluando poner de arranque a Zarif en el medio y quizás a Ignacio Bogino o al juvenil Guillermo Burdisso como primer marcador central en lugar de Walter Ribonetto, quien está lejos de mostrar la solidez de otrora. A propósito, en sus declaraciones posteriores a la sesión de trabajo, el DT no entregó ninguna precisión (ver aparte). Todo esto comenzará a tomar forma a partir del martes, cuando el plantel vuelva a entrenar por la mañana en el predio de Arroyo Seco.