Tïpica postal del Día del Amigo en Rosario, bares y restaurantes estuvieron este viernes por la noche repletos, con extensas mesas reservadas para la ocasión. Quienes decidieron salir a último momento para festejar debieron esperar o simplemente conformarse con algún producto de rotisería para celebrar puertas adentro.

Ya desde temprano avenida Pellegrini mostraba una actividad poco habitual. Cerca de las ocho los mozos y responsables de espacios gastronómicos disponían los últimos detalles antes de atender a la multitud que llegó, nunca demasiado puntual, entre las 21 y las 22.

No sólo los restaurantes tenían colmada su capacidad. También los bares trabajaban con reservas. E incluso los lugares más informales que no habían tomado reservas trabajaron este viernes a la noche a full.

El buen tiempo permitió que muchos bares pusieran mesas en la calle, en donde los festejos se mutiplicaron hasta bien pasada la medianoche, hora en que muchos decidieron seguir la joda en algún boliche.

Los que no la pasaron tan bien fueron los que debieron volverse a pie a casa. Es que, tal como se preveía, no hubo demasiados taxis y los colectivos tampoco dijeron presente con demasiada frecuencia. Al menos, eso fue lo que se desprendía de una recorrida por el centro cerca de las tres de la mañana, cuando grupos de amigos y amigas esperaban en la esquina y se peleaban para subir primero a cualquier unidad de transporte público que apareciera en la calle.

Marcos Escajadillo de Defensa Civil, planteó que la noche "fue relativamente tranquila", en comparación con otros años en donde las noticias vinculadas a la celebración estaban vinculadas a los choques o desmanes.