"Padre nuestro que estás en los cielos vení a esta ciudad y salva a tus hijos los taxistas". El audio con un pedido a Dios y una extensa denuncia de los taxistas contra el municipio y el Concejo grabado por un locutor y repetido a máximo volumen una y otra vez convirtió a la puerta del Concejo en una suerte de misa este jueves al mediodía.

El enunciado entre religioso y explosivo tenía como cortina musical "La marcha de la bronca" y fue la pesadilla de los movileros, que tenián que salir al aire a los gritos. "Podés bajar un poco eso", reclamó el periodista Daniel Amoroso con el micrófono de El Tres en la mano.

A los gritos también estaban los delegados del Sindicato de Conductores, con Francisco Pancho Baez a la cabeza, con un enviado de los concejales para que ingrese un puñado de voceros a reunirse con ellos.

"Que entren 5. No, decile que vengan tres, así traen cinco, porque si le decimos cinco, entran 10", fue la orden del jefe del bloque socialista Manuel Sciutto al personal de seguridad.

A las 12.15, Pancho y los taxistas estaban por ingresar al Palacio Vasallo cuando irrumpió la movilera de Canal 5 Gabriela Peralta. El dirigente miró al enviado de los ediles y le dijo: "Mirá que bombón, no la voy a cambiar por vos". Se quedó dando la nota mientras adentro Sciutto y compañía debieron esperar varios minutos más.

Al final, la reunión fue extensa y demoró el inicio de la sesión, programado para las 12. Diez minutos después de las 13, cuando la chicharra que llama al recinto sonaba hace rato y molestaba a todos, el presidente del cuerpo Miguel Zamarini bajó la escalera molesto. "Esta reunión no tiene validez", le dijo a los periodistas que esperaban el resultado de esa mini cumbre y se volvió al recinto, dispuesto a votar sin cambios el despacho de comisión dado el lunes. Y eso fue lo que ocurrió a las 16.40, después de casi tres horas de debate.

Todos contra el PRO

De 20 ediles presentes, sólo cuatro no avalaron el ajuste en los relojes de los taxis. Oscar Greppi, de la Coalición Cívica-ARI, que mantuvo una postura histórica en el tema y tres miembros del PRO: Rodrigo López Molina, Alejandro Roselló y María Julia Bonifacio. Allí se dio una de las noticias políticas a nivel Concejo: Laura Weskamp fracturó el bloque con su voto a favor y pese a las presiones partidarias acompañó la medida.

Además, fue la argumentación de López Molina la que calentó la sesión. Entre otras cosas, el joven del PRO dijo que no era un "tecnócrata" que tiene que votar una suba porque un estudio de costos así lo dice. Y entonces adelantó la negativa del sector, que hasta entonces era una incógnita.

Hicieron cola para pegarle. Osvaldo Miatello, del PJ, le reprochó su "estrategia parlamentaria" y le recordó que en Buenos Aires, donde gobierna el PRO de Mauricio Macri, un viaje de 40 cuadras cuesta 46 por ciento más que en Rosario, sin el ajuste aprobado. Desde el Frente para la Victoria, Roberto Sukerman, le marcó "contradicciones" a López Molina, por aprobar la metodología del estudio de costos y después no avalar la suba.

"Si voto en contra y no propongo nada a cambio, ¿actúo en beneficio de quién?", dijo el ex titular de la Ansés y se preguntó si era "demagogia o qué".

Héctor Cavallero se encargó de subir el tono un poco más. "Yo no iba a intervenir pero no soy ningún tecnócrata, soy político que se basa en referencias científicas", le respondió al hombre del PRO y dijo estar "indignado". Además, señaló que si ese cuerpo no aprobaba nada, los taxistas prenderían "fuego la ciudad".

Norma López, del kirchnerismo y vice presidenta del cuerpo, se encargó de rencausar el tema principal, repasó lo acordado y señaló que el lunes se convocará a la mesa permanente de estudio del tema.

Mientras tanto, Sukerman y Miatello se acercaron a la banca de López Molina para seguir la polémica pero ya en otro tono, entre risas. El tiempo de chicanas ya había pasado.

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"Padre nuestro que estás en los cielos salva a tus hijos taxistas"