El diario Clarín adelantó que el Gobierno prepara “una batería de medidas” para pasar el invierno con las menores restricciones posibles en el suministro de gas.

Un nuevo plan de incentivos para incrementar la producción y las reservas de gas, la ampliación del esquema de sustitución por combustibles líquidos y el aumento de la oferta con barcos de GNL son lagunas de las iniciativas que se planean desarrollar para morigerar el impacto de la crisis energética en los meses de bajas temperaturas.

El Gobierno instrumentará un nuevo programa de incentivos destinado a aumentar la producción de gas. Tiene como principal atractivo para las petroleras la libre comercialización interna del gas y el cobro de un precio que será sensiblemente superior a los que perciben en la actualidad los productores locales.

Según los cálculos que barajan los técnicos oficiales y privados, el precio del gas nuevo estaría entre los US$ 4 y 5 por millón de BTU, casi a mitad de camino entre el promedio de US$ 2,50 por MBTU que cobra la producción local y los US$ 7 MBTU que se paga por el combustible importado de Bolivia.

Con este esquema, el Gobierno apuesta a revertir a partir de 2009 la caída registrada en los últimos años en la producción de gas, que pasó de 52,3 millones de metros cúbicos en 2004 a 50,9 millones de metros cúbicos en 2007.

También se relanzará el programa Energía Total que prevé que los medianos y grandes usuarios sustituyan sus consumos de gas natural por fuel oil y gasoil que son provistos por las petroleras al mismo valor del gas. La diferencia de precios será cubierta por el Gobierno por medio de compensaciones económicas que salen de los recursos presupuestarios.

En el caso de que tenga que interrumpir el expendio de GNC, el Gobierno incluirá en el programa a los taxis y fletes para que puedan cargar naftas al mismo precio que el gas.

La versión 2007 de Energía Plus se aplicó durante tres meses y tuvo un costo fiscal de $ 900 millones. Para este año, la cuenta a pagar por el Estado no bajaría de los $ 1.500 millones.

La provisión de barcos también está contemplada. Para paliar el faltante de gas que no enviará Bolivia, el Ministerio de Planificación diseñó un esquema de provisión de GNL, con la contratación de un barco "regasificador" que se instalará en Bahía Blanca. Por esta vía, se inyectarán entre 5 y 8 millones de metros cúbicos diarios (MMCD) para abastecer al polo petroquímico y a los clientes residenciales.

La planta de regasificación móvil será alquilada por Enarsa por 180 días a Repsol-YPF. En tanto, los contratos de provisión de GNL aún están en proceso de negociación y se cerrarán en la próxima semana con dos ó tres proveedores internacionales.

A esto se agregará la habilitación de una planta en La Matanza que mezclará propano con aire con el fin de poder despachar hasta 1,5 MMCD de gas natural a la red nacional.

El listado de medidas, además, plantea un fuerte aumento en las retenciones a las exportaciones de gas que tienen como principal destino Chile. Con este nuevo esquema móvil, los importadores trasandinos deberán abonar el precio más alto que tenga que afrontar Argentina por sus compras externas de gas o del GNL que comenzará a arribar a partir de mayo.