Fue noticia la semana pasada por una frase tan cruda como contundente. El jefe de la Unidad Regional I, comisario Juan Faustino Ruiz, exclamó a quien lo quisiese oír: “Paren de matar”. Sus palabras, que se publicaron en los medios nacionales, hacían alusión a la gran cantidad de asesinatos registrados en la ciudad capital. En particular, el pedido llegó luego de un asesinato a sangre fría, un comerciante a quien dos vecinos le robaron la recaudación del día y después lo ejecutaron con un tiro a quemarropa.
Este jueves, la frase del comisario fue otra y sonó a catársis. En diálogo con el periodista Luis Novaresio en Diez Puntos (Radio 2), Ruiz soltó: “Todo me toca a mí”. Esta vez, las palabras fueron acompañadas de una leve carcajada. Es que el comisario se vio superado por hechos diferentes a los cotidianos enfrentamientos y homicidios. La queja está vinculada a una serie de episodios tan raros como mediáticos.
El último hecho ocurrió este sábado cuando un interno de la cárcel de Las Flores que cumplía una condena por homicidio se dio a la fuga. Lo que sale de lo común es que Domingo Ciro, el hombre acusado por ocho delitos contra la propiedad privada y un homicidio, había sido liberado “bajo palabra de honor” pero nunca volvió.
“Tengo 18 móviles buscándolo y no lo encuentran. Además de la brinca, no tengo nada”, manifestó Ruiz en Radio 2. Según expresó, el juez interviniente en la causa ordenó la salida del interno: “No entiendo nada, se basan en la palabra de honor de una persona condenada”.
“Todo me toca a mí”, resumió en referencia a otros dos hechos curiosos con los que tuvo que lidiar. Por una parte, el caso de la mujer policía que posó para fotos eróticas vestida con el uniforme para conquistar a un compañero y cuyas copias estuvieron al alcance de todo el personal policial y de los medios de comunicación que pusieron en tapa a la jovencita.
Según informó Ruiz, actualmente, “la chica está bajo carpeta médica y con asistencia psicológica. Trabaja en tareas administrativas en la oficina de logística”, informó. Además, comunicó que ya se conoce la identidad de la persona que transfirió las imágenes y de quien se encargó de subirlas a Internet.
Finalmente, el otro karma de Ruiz es el uniformado Javier Maillo, que no tuvo mejor idea que ingresar a la casa más famosa del país y tratar de ganar los cien mil pesos, lejos de la disciplina y el ruido de las balas.
¿Lo votó alguna vez?, remató Novaresio. “Con todos los tiroteos cada día, no tengo tiempo”, contestó Ruiz, con un resto de picardía en la voz.
Este jueves, la frase del comisario fue otra y sonó a catársis. En diálogo con el periodista Luis Novaresio en Diez Puntos (Radio 2), Ruiz soltó: “Todo me toca a mí”. Esta vez, las palabras fueron acompañadas de una leve carcajada. Es que el comisario se vio superado por hechos diferentes a los cotidianos enfrentamientos y homicidios. La queja está vinculada a una serie de episodios tan raros como mediáticos.
El último hecho ocurrió este sábado cuando un interno de la cárcel de Las Flores que cumplía una condena por homicidio se dio a la fuga. Lo que sale de lo común es que Domingo Ciro, el hombre acusado por ocho delitos contra la propiedad privada y un homicidio, había sido liberado “bajo palabra de honor” pero nunca volvió.
“Tengo 18 móviles buscándolo y no lo encuentran. Además de la brinca, no tengo nada”, manifestó Ruiz en Radio 2. Según expresó, el juez interviniente en la causa ordenó la salida del interno: “No entiendo nada, se basan en la palabra de honor de una persona condenada”.
“Todo me toca a mí”, resumió en referencia a otros dos hechos curiosos con los que tuvo que lidiar. Por una parte, el caso de la mujer policía que posó para fotos eróticas vestida con el uniforme para conquistar a un compañero y cuyas copias estuvieron al alcance de todo el personal policial y de los medios de comunicación que pusieron en tapa a la jovencita.
Según informó Ruiz, actualmente, “la chica está bajo carpeta médica y con asistencia psicológica. Trabaja en tareas administrativas en la oficina de logística”, informó. Además, comunicó que ya se conoce la identidad de la persona que transfirió las imágenes y de quien se encargó de subirlas a Internet.
Finalmente, el otro karma de Ruiz es el uniformado Javier Maillo, que no tuvo mejor idea que ingresar a la casa más famosa del país y tratar de ganar los cien mil pesos, lejos de la disciplina y el ruido de las balas.
¿Lo votó alguna vez?, remató Novaresio. “Con todos los tiroteos cada día, no tengo tiempo”, contestó Ruiz, con un resto de picardía en la voz.