La denuncia referida al negligente funcionamiento de las ambulancias del Pami agrega una cuota más al complejo panorana que describen los afiliados a la obra social a la hora de recibir las prestaciones de salud. Una usuaria de Rosario3.com denunció los reiterados problema con el servicio de traslado y la queja fue corroborada por el mismo interventor de la obra social de los jubilados.

La protagonista de esta historia es María Rosar, cuya madre Teresa, es una paciente del Pami internada en un geriátrico y necesita un tratamiento que la obliga  trasladarse en numerosas ocasiones. La mujer denunció diversos incumplimientos de las ambulancias: desde tener que viajar en el mismo vehículo junto a otros pacientes, hasta esperar largas horas sin que llegara el móvil pedido para el traslado. Desde la obra social de los jubilados se comprometieron investigar lo ocurrido.

“Lo que le pasó a mi mamá le puede estar ocurriendo a otros afiliados del Pami; por eso lo hacemos público”, señaló a Rosario3.com, María Rosa, madre de Teresa una paciente internada en un geriátrico de la ciudad que debe ser derivada periódicamente a una institución médica para recibir sesiones de fisiatría.

Según el relato de María Rosa, su madre necesita de la ambulancia para ser trasladada y en dos oportunidades al ingresar al vehículo, autorizado por la auditoría del Pami II, se encontraron con la presencia de otro paciente con quien debieron compartir el viaje hasta le clínica de fisiatría.

“Pero eso no es nada comparado con lo que nos pasó otro día en que la ambulancia pasó dos horas antes de lo previsto por el geriátrico y como no había ningún familiar que pudiera acompañar al paciente (el horario acordado era dos horas más tarde) se fueron y no volvieron a pasar”, explicó indignada María Rosa.

La denunciante –también afiliada a la misma obra social– describió que en una tercera oportunidad, cuando trasladaban a su madre a la clínica donde recibe el tratamiento, ella les advirtió que había olvidado la orden de la práctica y “las bajaron en plena calle, sin llevarlas a destino”.

La situación fue recepcionada por el interventor de la UGL IX del PAMI, Tomás Aleta da Sylva quien constató, previa comunicación con el director del Pami II, que las quejas rereferidas a la deficiente prestación del servicio de ambulancias para los afiliados, son reiteradas.

“El Pami cuenta con más de 20 ambulancias en Rosario, contabilizando las propias y las contratadas por el Pami Central a la empresa Principios que brinda ese servicio, y no hay razón para que se produzcan estas irregularidades”, dijo el funcionario.

Aleta da Sylva precisó que desde el Pami II “se iniciará un sumario para investigar cada caso en particular y posteriormente se decidirá si se aplican penalizaciones o se rescinde el contrato con la mencionada empresa, sobre la recaen las denuncias de los afiliados”.