Así lo expresó durante la oración del Angelus, en su residencia estival de Castel Gandolfo, que reproduce la agencia dpa.

Durante su alocución, el Papa recordó a los mártires Edith Stein y Maximilian Kolbe, fallecidos en Auschwitz: "De ellos podemos aprender la heroicidad evangélica que nos conduce sin miedo a dar la vida por la curación de las almas".

La judía Stein se convirtió al catolicismo y era monja cuando los nazis la deportaron en 1942 a Auschwitz. Kolbe se sacrificó entregándose en lugar de un padre de familia perseguido por los nazis.

Joseph Ratzinger volvió a combatir ante miles de fieles el nihilismo y el alejamiento de Dios, criticando a los "filósofos e ideólogos, modos de pensar y modelos de actuación, que exaltan la libertad como único principio del ser humano y como alternativa a Dios". En lugar de ello, el Papa aboga por el humanismo cristiano.