El papa Francisco sorprendió este miércoles con sus declaraciones sobre uno de los temas más delicados para la Iglesia católica: los divorciados. El pontífice aseguró que aquellas las personas que hayan establecido una nueva convivencia tras su ruptura matrimonial continuarán dentro de la Iglesia y deben ser tratados como cualquiera.
Según informó EFE, El pontífice realizó estas reflexiones en la audiencia general de este miércoles, que se celebró en el Aula Pablo VI, donde también tendrá lugar durante todo agosto.
"Hoy nos referimos a la situación de aquellos que tras la ruptura de su vínculo matrimonial han establecido una nueva convivencia. (...) Estas personas no están excomulgadas como algunos piensan, ellas forman parte de la Iglesia", dijo Francisco.
"¿Cómo podemos recomendar a estos padres que hagan todo lo posible para educar a sus hijos en la fe cristiana si les alejamos de la vida de la comunidad, como si fueran excomulgados?", disparó y aseguró en tal sentido que es “necesaria una auténtica y fraterna acogida" de estas personas en el seno de la Iglesia.
"Los más pequeños son los que más sufren (...). No se debe sumar más peso al que estos chicos ya soportan cuando están en esta situación", agregó.