En medio del creciente escándalo que sacude al Vaticano por la filtración de documentos reservados, el papa Benedicto XVI rompió el silencio al respecto y reconoció que los acontecimientos de los últimos días le ha producido "tristeza". Al mismo tiempo acusó a algunos medios de comunicación de distorsionar la imagen de la Santa Sede.

El Pontifice se refirió a lo sucedido ante varias decenas de miles de personas que asistieron en la plaza de San Pedro a la audiencia pública de los miércoles. El Obispo de Roma, sin citar directamente el arresto de su mayordomo, Paolo Gabriele, por el robo y filtración de documentos reservados enviados al Pontífice, dijo que lo ocurrido "lo ha llenado de tristeza" su corazón.

La detención, la semana pasada, del mayordomo del Papa por la filtración de documentos secretos del Vaticano, que acabaron publicados en un libro donde se denuncian presuntas conspiraciones entre los cardenales, pocos días después del despido del director del Banco Vaticano por un presunto caso de lavado de dinero, hizo estallar el escándalo fuera y dentro de la Santa Sede.

Varios vaticanistas aseguran que se trata de una guerra por el poder dentro de la Curia romana y de una conspiración contra el número dos de la Santa Sede y superior directo de Becciu, el cardenal Tarcisio Bertone, por considerarlo inapropiado para el cargo.