El proyecto de ley presentado el miércoles pasado por la senadora Cristina Fernández de Kirchner para reducir de nueve a cinco el número de miembros de la Corte Suprema de Justicia comenzará a ser tratado esta semana en las comisiones específicas de la cámara alta.

La iniciativa, que fue recibida con beneplácito hasta por sectores de la oposición, fue girada a las comisiones de Asuntos Constitucionales que preside la propia Fernández de Kirchner y de Justicia, cuya presidenta es la porteña Vilma Ibarra.

Voceros de la Cámara alta dijeron que "probablemente la Comisión de Asuntos Constitucionales comience el tratamiento del proyecto el martes próximo, en la reunión habitual de ese cuerpo".

Todo parece indicar que el proyecto tendrá un rápido tratamiento, ya que hasta los propios miembros del máximo tribunal venían pidiendo una solución al problema planteado por la vacancia de dos de las nueve sillas con que cuenta el tribunal.

En una de sus visitas a la Cámara alta, la jueza Elena Higthon de Nolasco admitió los inconvenientes del tribunal para conformar la mayoría de cinco que prevé la ley, lo cual mantiene en suspenso cuestiones de gran repercusión socioeconómica.

Una de los fallos en suspenso es la validez de la pesificación de los depósitos bancarios de menor monto, que podrá definirse luego de la sanción del proyecto modificatorio que trata ahora la Cámara alta, ya que hasta llegar a contar con sólo cinco magistrados -por muerte o renuncia- la mayoría se conformará con cuatro de los siete integrantes del tribunal.

El presidente del bloque de senadores de la Unión Cívica Radical (UCR), Ernesto Sanz, se expresó la semana pasada en términos cautelosos sobre el proyecto de Cristina Fernández ya que, a su juicio, lo importante no es el número de miembros de la Corte, sino que el máximo tribunal funcione.

"No importa el número, sino que la Corte funcione correctamente", dijo Sanz, tras lo cual opinó que "es necesario aprobar pronto" el proyecto.

Sus declaraciones parecen preanunciar que el bloque radical no pondrá palos en la rueda al proyecto y mucho menos luego de haber criticado el hecho de que el gobierno no cubriera las dos plazas vacantes.

De todos modos, el kirchnerismo cuenta con el número suficiente en ambas comisiones y en el recinto como para aprobar primero un dictamen de minoría que habilite luego el tratamiento en el recinto sin necesidad de reunir dos tercios de los votos para tratarlo sobre tablas.

También se podrá aprobar sin inconvenientes en la Cámara de Diputados, ya que respaldaron el proyecto el presidente del bloque oficialista, Agustín Rossi; el jefe de la bancada radical, Fernando Chironi, y el titular del bloque del Peronismo Federal,
José Díaz Bancalari,

La Corte Suprema tenía cinco miembros en los primeros años de la democracia, durante la gestión de Raúl Alfonsín, pero en 1990 el entonces presidente Carlos Menem decidió ampliar el tribunal a nueve miembros, lo que le permitió tener una "mayoría automática" para emitir fallos favorables a su gobierno.

Desde que asumió Néstor Kirchner, el oficialismo impulsó una amplia renovación en la Corte Suprema con la cual logró el alejamiento de seis miembros, dos de los cuales fueron destituidos, tres renunciaron para evitar su juicio político, y otro dimitió porque se acercó su edad para jubilarse.

En la actualidad, los miembros de la Corte son Enrique Petracchi (presidente), Elena Highton de Nolasco (vice), Ricardo Lorenzetti (presidente electo a partir del 1 de enero), Eugenio Zafaronni, Carmen Argibay, Carlos Fayt y Juan Carlos Maqueda.

Las últimas dos vacantes se produjeron tras la destitución de Antonio Boggiano y la renuncia de Augusto Belluscio porque tenía la edad para jubilarse.