En la jornada de hoy los dirigentes ruralistas de todo el país se reunirán en Capital Federal con el objetivo de debatir sobre la posibilidad de que se concrete, en el transcurso de los próximos días, un cese de actividades de todo el sector como medida de protesta. Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) deberá tomar una decisión en medio de posturas bastante encontradas: la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez) propone una medida de fuerza; la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) quiere dejarla en suspenso; y la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe) pretende conocer hasta dónde se avanzó con el gobierno pero sin dejar de lado la posibilidad de concretar el paro. Consultado sobre la actitud que presentarán los santafesinos en la mesa de discusión Manuel Cabanellas, presidente de Carsfe, explicó que “hay posiciones distintas en todo el país porque hay situaciones distintas, algunas con mayor agresividad, pero vamos a buscar un punto de equilibrio”. En el mismo sentido, el dirigente remarcó que desde su organización "debemos cumplir con el mandato que nos dio la asamblea y esperamos que se avance en la discusión". "Creo que el paro es irremediable, pero se debe determinar cuándo se realizará. Vamos a ver el pensamiento de cada una de las confederaciones y después se decidirá", dijo Cabanellas. Mediante un comunicado de prensa emitido el pasado viernes, la entidad había calificado como "inequitativas e ineptas" las medidas adoptadas por el Gobierno Nacional, cuyos referentes determinaran la reapertura parcial de las exportaciones cárnicas. En este contexto, consideró que "el perjuicio ha tenido impacto en las economías de las provincias productoras de ganado de exportación, como Santa Fe, Córdoba, San Luis, Chaco, Formosa y Corrientes, principalmente". Asimismo, considera "innecesaria" la vigencia de retenciones a las exportaciones que fueran aumentadas al 15% para regular el precio interno de la carne. "La magnitud del incumplimiento se asocia a la distorsiva política fiscal en materia de la producción láctea, donde también se han implantado retenciones reguladoras de la competencia que han producido una baja en los precios de la leche al productor, sin que esto haya detenido los precios de los productos lácteos en las góndolas, con un claro arbitraje de monumentales beneficios para algunos actores de la industrialización", reza el parte de prensa.