“Pensé que habíamos chocado con una ballena”. Esa fue la primera impresión que tuvo el capitán del crucero Explorer que se hundió el viernes en la Antártida luego de chocar contra un iceberg, según confesó este sábado.

"Primero pensé que habíamos chocado con una ballena, luego por la radio, escuchamos que había desesperación en el barco" dijo Bengt Witman, el capitán sueco de 49 años, según publicó el diario chileno la Tercera.

Cuando la embarcación comenzó a inclinarse, el capitán dio la orden de abandonar el barco, aunque él decidió permanecer algunas horas más juntos a algunos miembros de la tripulación. "Cuando al fin logré bajar al bote salvavidas nos sentamos y comenzamos a abrazarnos", relató Witman.

Por su parte, los 154 náufragos que fueron alojados en bases militares de la Antártida pertenecientes a Chile y Uruguay comenzaron a ser trasladados este sábado.

Un avión Hércules de la fuerza aérea chilena partió rumbo a la base Frei para trasladar a Punta Arenas a unos 70 pasajeros esta tarde. Todavía resta definir cuándo se hará el segundo viaje previsto a la base chilena, aunque las autoridades creían que sería recién en la madrugada del domingo.