El cocinero de un buque maltés falleció este viernes en San Lorenzo víctima de malaria. El hecho se produjo cuando el hombre de origen filipino se descompensó en la nave extranjera que estaba amarrada a la altura del kilómetro 460 del río Paraná, en cercanías de Timbúes.

La embarcación se encontraba cargando cereal desde un trasbordador con todo su personal a bordo, a la altura de la Terminal 6, cuando el capitán fue advertido de la descompensación del cocinero.

El encargado del barco tomó entonces la decisión de permitir el descenso del hombre a tierra –sin autorización de Prefectura Naval– y su posterior traslado al Instituto Médico Regional de la ciudad de San Lorenzo, donde murió horas más tarde.

Los médicos diagnosticaron malaria y dieron parte a Sanidad de Frontera, repartición que se encargó de realizar controles a bordo del buque para verificar el buen estado de salud del resto de la tripulación. Ante la inexistencia de contagio, la embarcación continuó su viaje rumbo a Venezuela.

La malaria en el mundo

Más de 120 millones de casos clínicos y más de 1.5 millón de muertes ocurren cada año en el mundo, a causa de la malaria –enfermedad que transmite el mosquito Anopheles–. Más del 90 por ciento de todos los casos de esta enfermedad se reportan en África, al sur del Sahara. Y los dos tercios del resto se encuentran en seis países: India, Brasil, Sri Lanka, Vietnam, Colombia y las Islas Solomon, en orden descendente conforme a la incidencia.

Hasta hoy ha sido compleja la búsqueda de mecanismos para prevenir la enfermedad. Durante gran parte del siglo XX, la estrategia se concentró en erradicar el mosquito vector, pero pese a los éxitos alcanzados en su momento en algunas regiones, fue imposible mantener el control sobre estos insectos a lo largo del tiempo.

La búsqueda de una vacuna tampoco ha sido fácil. Una de las iniciativas más logradas ha sido la del médico colombiano Manuel Patarroyo, pero aún no hay una solución definitiva.