Sonriente y recibiendo besos de cientos de fieles, el arzobispo de Rosario, monseñor José Luis Mollaghan, tuvo un primer contacto con su gente por demás de cálido. A pesar de la llovizna, cuando terminó su homilía se mezcló entre los asistentes.

Para el religioso, su acción no debería sorprender ya que “Jesús estaba con la gente y la vida de un obispo no se concibe si no es contacto con las personas”.

Además, destacó la alegría con que fue recibido, y aseguró que “todos vienen a buscar al padre, porque el obispo sería como un padre y un amigo”.

Mollaghan se mostró a gusto entre los fieles y, si bien la comparación con el estilo del presidente Nestor Kirchner se hizo inevitable, logró buena recepción entre quienes se acercaron a la plaza de la Libertad tras la peregrinación por el día de San Cayetano. “Es el cura del pueblo, para nosotros es histórico que un obispo se nos acerque”, le dijo una mujer a Telenoche.