El intendente Miguel Lifschitz abrió este jueves el período ordinario de sesiones en el Concejo con un discurso que puso el acento en la deuda social, aspecto en el que no ahorró críticas al gobierno provincial. Además, dijo que en uno de los temas más complicados que afronta la ciudad, la crisis del transporte, con la nueva licitación se inicia un período de transición por cierto largo: 7 años.

Lifschitz se manifestó muy preocupado por los bolsones de pobreza y exclusión que pese al crecimiento económico persisten en la región y reclamó a la provincia mayor participación de la ciudad en los diseños de políticas vinculadas a la seguridad y la educación.

"El crecimiento de la economía, el descenso del índice de desempleo, el superávit fiscal y de la balanza comercial, el incremento del consumo y otros hechos positivos en el escenario económico nacional no son suficientes para reducir o eliminar la pobreza estructural que se consolidó en la Argentina durante las décadas anteriores", afirmó. Y en ese sentido llamó a redoblar el esfuerzo para enfrentar la pobreza y la exclusión.

Dijo que las migraciones internas, que se "siguen produciendo", son un factor "complejo" que también aporta al problema y que no se va a revertir en el corto plazo.

También puso énfasis en el déficit habitacional, cuestión en torno a la cual hizo duras críticas a la provincia. En ese sentido dijo que se podría reducir sensiblemente el área de villas "si pudiéramos contar con las 5 mil unidades anuales del Plan Federal de Viviendas que el gobierno nacional le asignó a Rosario, y que inexplicablemente el gobierno provincial orientó hacia otros sectores sociales y recién está comenzando a ejecutar".

"Esperamos con enorme expectativa que el próximo gobierno provincial asuma el desafío de trabajar junto a los gobiernos locales y el gobierno nacional para resolver en serio, sin demagogia y sin crear falsas ilusiones, la carencia de una vivienda y de un hábitat digno para una porción importante de nuestra población", enfatizó, en clara crítica a la gestión Obeid. 

El intendente volvió a pedir por la autonomía municipal y reclamó mayor participación del municipio en materia de salud y educación. En el aspecto educativo, habló directamente de "cogestión".

Sobre el transporte, no dio esperanzas de grandes soluciones a corto plazo. Dijo que comienza con el puesta en marcha del nuevo sistema un período de transición de siete años –en los que los avances en la calidad del servicio serán "graduales"– para recién después pensar en el largo plazo.