El doctor Claudio Burgos dio la triste noticia de manera muy breve, y antes de que alcance a terminar el parte un grito desgarrador de una fan de Sandro lo interrumpió. Inmediatamente, los especialistas se metieron en el Hospital Italiano de Mendoza, mientras los seguidores del Gitano lloraban. Así si vivieron los segundos previos a la noticia sobre la muerte del ídolo.

Unas ciento cincuenta personas se agolparon en la puerta del Hospital por la noche, acongojadas al saber del deceso del cantante Roberto Sánchez.

Ante un panorama triste y desolador, los fanáticos del Gitano sólo podían ver a través del vidrio de la puerta del hospital, dado que las puertas permanecían cerradas.

Asimismo, personal de seguridad había restringido el paso de los vehículos por el sector norte del acceso este, como una medida de prevención ante posibles tumultos.

Las instalaciones del hospital seguían cerradas, y sólo podían ingresar quienes tenían permiso para visitar pacientes, mientras algunos fans sufrieron crisis de nervios, desmayos o bajas de presión.

Una de ellas es la ya conocida Catalina, quien acompañó desde la puerta al ídolo desde el pasado 20 de noviembre cuando fue internado, y que sentada en una silla en la vereda, lloraba desconsoladamente mientras trataban de calmarla un grupo de fans.

Al momento de conocerse el fallecimiento de Sandro, su esposa Olga Garaventa se encontraba en el bar del hospital y recibió la noticia por parte de uno de los guardias de seguridad, lo que hizo que la mujer saliera corriendo hacia el interior del nosocomio.

Al caer la noche, mucha custodia policial se encontraba en las inmediaciones del hospital, mientras algunos comenzaban a cantar canciones de Sandro en su homenaje.

Por otra parte, otro centenar de fans se hallaban reunidos en la puerta de la quinta que el cantante poseía en Banfield y cuyas puertas y paredes estaban adornadas con fotos del Sandro e imágenes de santos y vírgenes.