Un estudio realizado en Noruegarevela que las embarazadas primerizas que hacen ejercicio físico al menos tres veces a la semana son un 25 % menos propensas a que sus bebés sean excesivamente grandes al nacer.

Estos resultados fueron independientes de cuánto ejercicio hacían o no las participantes antes de quedar embarazadas. Las mujeres que tienen bebés muy grandes (más de 4 kilos, sin importar la talla) corren riesgo de sufrir varias complicaciones, como una hemorragia posparto, explicó el equipo de la doctora Katrine Mari Owe, de la Escuela Noruega de Ciencias Deportivas.

Esos bebés también tendrían alto riesgo de ser obesos al ser más grandes. Cada vez nacen más bebés extra grandes, agregó el equipo, mientras que las mujeres hacen cada vez menos ejercicio.

Dados los malos efectos asociados con tener bebés grandes, aunque en el estudio se observó una diferencia sólo entre las mujeres primerizas, los profesionales de la salud "deberían promover el ejercicio regular durante la gestación como una medida de prevención", concluyeron los autores.

El equipo analizó los datos de 36.869 embarazos de bebé único obtenidos de un estudio poblacional (Norwegian Mother and Child Cohort Study) y del Registro Clínico de Nacimientos de Noruega. Más de uno de cada 10 bebés habían pesado demasiado al nacer, es decir que su peso alcanzaba el percentilo 90, mientras que más de la mitad de las madres de esos niños tenía otros hijos.

Entre las primerizas, el equipo halló que las que hacían ejercicio por lo menos tres veces por semana durante la semana 17 de gestación eran un 25 por ciento menos propensas a tener un bebé excesivamente grande.

En tanto, las mujeres que hacían actividad física por lo menos tres veces por semana en la semana 30 de embarazo eran un 22% menos propensas a tener un bebé demasiado grande. Cabe destacar que la cantidad de ejercicio realizado antes del embarazo no tuvo relación alguna con la probabilidad de tener un bebé excesivamente grande al nacer.

El ejercicio, escribió el equipo, evitaría que los fetos crezcan demasiado al mantener la capacidad corporal de mantener controlados los niveles de azúcar en sangre. Los niveles altos de azúcar y la diabetes que aparecen pasajeramente durante el embarazo son factores de riesgo del nacimiento de un bebé muy grande.

Hasta ahora, señaló el equipo, no existen ensayos con estándar de oro sobre cómo el ejercicio regular durante el embarazo impacta en el riesgo de tener un bebé excesivamente grande. "Y existe una necesidad urgente de contar con esos resultados", concluyeron los investigadores.
Fuente: infobae