Israel completo su retirada militar del sur del Líbano en cumplimiento de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que fijó el cese de las hostilidades con la milicia chiíta Hezbollah en agosto.

Las fuerzas israelíes se quedaron en el país vecino en virtud de la resolución 1701, que permitió el alto el fuego tras 34 días de combates.

Desde entonces, el grueso de unos 30 mil soldados del Ejército regular y reservistas fue regresando en forma escalonada a Israel y transfiriendo sus posiciones, según establece la resolución, a soldados del Ejército Nacional libanés, que deben tomar el control en el sur con la ayuda de la fuerza interina de la ONU (FINUL).

Según El Mundo, el acuerdo del Consejo de Seguridad estipula que 15 mil soldados libaneses, con la cooperación de otros 15 mil de la FINUL, impondrán la soberanía del gobierno central de Beirut al sur del río Litani, territorio que de hecho controlaba la milicia de Hezbolá antes de la guerra.

A partir de ahora, "todos los actos de Hezbolá serán responsabilidad del Líbano", aseguró el portavoz militar Major Zvika Golan antes de que salieran los últimos soldados.

Pese a la retirada, quedaron pendientes de solución dos asuntos: el de la coordinación con el Ejército libanés en caso de que vuelvan los guerrilleros de Hezbolá a la frontera, como antes de estallar la reciente guerra, y el estatuto que regirá en la aldea de Ghajar, dividida por la frontera que trazó la ONU, la "línea azul", en el año 2000.

La retirada militar israelí, que coincide con la víspera del Yom Kipur o ’Día del Perdón’, el más sagrado del calendario hebreo, fue aplazada en al menos dos ocasiones por problemas para coordinar el despliegue de los contingentes internacionales, entre los que se encuentra uno de España.