“El enojo reprimido parece estar ligado al riesgo de sufrir infartos en los hombres, debido a la tensión fisiológica que provoca un aumento en la presión arterial”. Esta afirmación pertenece a parte de las conclusiones de un estudio llevado a cabo en Suecia que investigó a 2700 hombres en situaciones de conflicto laboral, que no había tenido infartos cuando comenzó el estudio .

Se les preguntó a los participantes cómo manejaban las situaciones de conflicto en el trabajo, ya fuera con sus superiores o sus colegas. Los científicos descubrieron una fuerte relación entre el enojo reprimido y la enfermedad del corazón.

El estudio -publicado en Journal of Epidemiology and Community Health (Revista de Epidemiología y Salud Comunitaria)- llama "afrontamiento encubierto" a las distintas estrategias que la gente usa para reprimir sus emociones.

Se les preguntó a los participantes qué métodos adoptaban: manejaban las cosas de frente, dejaban que las cosas pasaran sin decir nada, se alejaban de la situación de conflicto, desarrollaban síntomas como dolor de cabeza o estomacal o estaban de mal humor al llegar a casa.

Al mismo tiempo se tomó un registro de hábitos como fumar, beber alcohol, hacer ejercicio, su nivel de educación, estado de salud diabético, las demandas de su trabajo y su libertad para tomar decisiones. e midió también su presión arterial, índice de masa corporal y niveles de colesterol.

Quizás estas personas están en un ambiente de trabajo en el que nunca se les permite decir las cosas, es decir, un clima en el que la gente no tiene otra alternativa más que reprimir sus emociones.

Los científicos descubrieron que los hombres cuya estrategia de afrontamiento era alejarse del conflicto a veces o a menudo, o aquéllos que dejaban pasar las cosas sin decir nada mostraron el doble de riesgo de un infarto o muerte por enfermedad del corazón, comparados con los hombres que desafiaban la situación o la afrontaban abiertamente.

Quienes solían desarrollar dolores de cabeza o estomacales o estar de mal humor en su casa, no mostraron un aumento en el riesgo de los trastornos. Se deben buscar formas de manejar el estrés y el conflicto de forma positiva, aconsejan los especialistas. os investigadores creen que el enojo puede producir tensiones fisiológicas si no es liberado y que esto puede provocar un aumento en la presión arterial, el cual eventualmente daña el sistema cardiovascular.

El problema, creen los científicos, es que es muy difícil para los hombres controlar la forma como manejan las situaciones de conflicto, ya que no es algo en lo que la persona piensa sino suele reaccionar de forma instintiva. Tampoco quiere decir que lo mejor para el corazón es tener ataques de ira para manejar el conflicto. Lo mejor, afirman los expertos, es encontrar formas para manejar el estrés y el conflicto positivamente, tanto en el trabajo como en el hogar.

Fuente: BBC