El estrés social podría provocar que el organismo deposite grasa en el abdomen, lo que aumenta el riesgo de enfermedad cardiaca, según sugiere un estudio reciente.

Los hallazgos podrían llevar a nuevas maneras de combatir los crecientes índices de obesidad en Estados Unidos y otros países occidentales, según la investigadora principal Carol A. Shively, profesora de patología de la Facultad de medicina de la Universidad de Wake Forest.

"Gran parte del exceso de grasa en muchas personas que tienen sobrepeso se localiza en el abdomen, y esa grasa se comporta de forma distinta a la de otros lugares. Si hay demasiada, puede tener efectos más nocivos sobre la salud que la grasa localizada en otras áreas", aseguró en un comunicado de prensa de la Wake Forest.

En el estudio, diseñado para ver cómo el estatus social afecta el desarrollo de la enfermedad cardiaca, se alimentó a monas con una dieta al estilo occidental que contenía grasa y colesterol. Las monas vivían en grupos y establecieron una jerarquía de orden natural, de dominante a subordinadas.

Los investigadores anotaron que las monas subordinadas no eran incluidas en las sesiones grupales de acicalado con tanta frecuencia como las monas dominantes, y con frecuencia eran objeto de agresión. Las monas subordinadas en este estudio desarrollaron más grasa en la cavidad abdominal que las demás.

La subordinación social causa la liberación de hormonas del estrés que promueven la acumulación de grasa en el abdomen, dijeron los investigadores. Esta grasa abdominal (visceral) promueve la acumulación de placa en los vasos sanguíneos que lleva a la enfermedad cardiaca, la principal causa de muerte de todo el mundo.

Fuente: Medline Plus – HealthDay