La ingesta excesiva de alcohol mató a más de 3 millones de personas en 2016, provocando una de cada 20 muertes a nivel mundial, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Tres de cada cuatro de estos decesos eran hombres y las proyecciones indican que el consumo global de alcohol aumentará durante la próxima década, sobre todo en los países ricos de Europa y América.

Del total de muertes asociadas a este consumo, un 28% fue por lesiones como accidentes de tránsito, daño autoinfligido y violencia interpersonal. Otro 21% se debió a problemas digestivos, mientras que un 19% obedeció a enfermedades cardiovasculares, como ataques cardíacos y derrames cerebrales, según consignó Doc Salud.

Suman 2.300 millones las personas en el mundo que beben alcohol, con un consumo diario promedio de 33 gramos de alcohol puro al día, lo que equivale más o menos a dos vasos de vino de 150 ml de vino, una botella grande de cerveza (750 ml) o dos chupitos de 40 ml de bebidas alcohólicas fuertes.

"Todos los países pueden hacer mucho más para reducir la salud y costos sociales del uso dañino del alcohol", señaló Vladimir Poznyak, de la unidad de abusos de sustancias de la OMS, y agregó que entre las medidas más efectivas se incluye elevar el impuesto al alcohol, restringir la publicidad y limitar el acceso fácil a su adquisición.