El movimiento turístico de este fin de semana largo es escaso, casi la mitad frente a la misma fecha del año pasado. Y si bien algunos incluyen a la gripe A como una de las causales de ese bajón, los referentes locales indican que la crisis económica es el factor determinante de esta contracción.
Lo cierto es que menos extrajeros caminando por las calles rosarinas y menos clientes pidiendo presupuestos en las agencias de turismo, son una manifestación más de la retracción de gastos a los que se ven forzados no sólo los argentinos.
“En relación con el mes de junio de 2008, notamos una retracción importante en el turismo receptivo de Rosario”, dijo el presidente de ETUR, Juan Nyffenegger, a Rosario3.com, y señaló que hasta este viernes sólo se registró alrededor de un 45 por ciento de reservas en los hoteles de la ciudad, el mismo panorama que se produjo en los días previos al último feriado del 25 de mayo.
En esa oportunidad, la mayoría de los turistas arribó a Rosario entre sábado y domingo, sin haber realizado reservas, porque sabían que no corrían riesgo de quedarse sin alojamiento.
“No estoy en condiciones de asegurar que este fenómeno tenga alguna relación con la epidemia de gripe A –dijo el funcionario– eso está en el terreno de la especulación pura, porque no hay pruebas que permitan afirmarlo; lo que sí creo es que la situación económica no permite a mucha gente viajar y movilizarse como hicieron hasta el año pasado”.
Además, como este día de la Bandera no coincide con el Día del Padre (como sí ocurrió años anteriores), los operadores turísticos deducen que habrá más movimiento, incluso el día domingo; y mostrando sus reflejos ante la crisis, hubo reacomodamiento de tarifas, y hasta los hoteles de alta gama de Rosario lanzaron promociones para entusiasmar a los visitantes y hacerles más accesible la estadía.
Entre quienes han reservado plazas en los hoteles locales con el finde conocer, descansar, o visitar el Monumento Nacional a la Bandera, se destacan los procedentes de Buenos Aires (alrededor de 40 por ciento), a quienes le siguen los turistas oriundos de Entre Ríos, Córdoba y diversas localidades del interior de la provincia de Santa Fe.
También bajó la venta pasajes
Por su parte, el presidente de la Asociación Rosarina de Agentes de Viajes (ARAV) Oscar Vázquez, describió la actual situación como “totalmente distinta a la del año pasado en la misma fecha. Hay muy poca venta de pasajes. Me animo a decir un 50 por ciento menos y no sólo para el fin de semana largo, sino para las vacaciones de invierno para las cuales falta apenas un mes y hay muy poco vendido”.
“No hay que echarle la culpa a la gripe A, lo que nosotros vemos en los mostradores es que la gente no puede sustraerse al común denominador recesivo nacional e internacional”, dijo Vázquez.
Los titulares de agencias de viajes afirman que no esperaban que la merma en la actividad fuera tan marcada, lo cual compromete la situación de muchos operadores que compraron paquetes turísticos enteros y contrajeron compromisos con hoteles, restaurantes y empresas de transporte, que ahora deberán asumir, aunque no logren vender lo que habían estimado.
Los precios en los pasajes para destinos turísticos nacionales aumentaron entre 30 y 40 por ciento, respecto del año anterior y los lugares preferidos son: Cataratas, Mendoza, Talampaya (y otros puntos del noroeste argentino), y Uruguay, aunque según confirma Vázquez, con demasiada tranquilidad.
Lo cierto es que menos extrajeros caminando por las calles rosarinas y menos clientes pidiendo presupuestos en las agencias de turismo, son una manifestación más de la retracción de gastos a los que se ven forzados no sólo los argentinos.
“En relación con el mes de junio de 2008, notamos una retracción importante en el turismo receptivo de Rosario”, dijo el presidente de ETUR, Juan Nyffenegger, a Rosario3.com, y señaló que hasta este viernes sólo se registró alrededor de un 45 por ciento de reservas en los hoteles de la ciudad, el mismo panorama que se produjo en los días previos al último feriado del 25 de mayo.
En esa oportunidad, la mayoría de los turistas arribó a Rosario entre sábado y domingo, sin haber realizado reservas, porque sabían que no corrían riesgo de quedarse sin alojamiento.
“No estoy en condiciones de asegurar que este fenómeno tenga alguna relación con la epidemia de gripe A –dijo el funcionario– eso está en el terreno de la especulación pura, porque no hay pruebas que permitan afirmarlo; lo que sí creo es que la situación económica no permite a mucha gente viajar y movilizarse como hicieron hasta el año pasado”.
Además, como este día de la Bandera no coincide con el Día del Padre (como sí ocurrió años anteriores), los operadores turísticos deducen que habrá más movimiento, incluso el día domingo; y mostrando sus reflejos ante la crisis, hubo reacomodamiento de tarifas, y hasta los hoteles de alta gama de Rosario lanzaron promociones para entusiasmar a los visitantes y hacerles más accesible la estadía.
Entre quienes han reservado plazas en los hoteles locales con el finde conocer, descansar, o visitar el Monumento Nacional a la Bandera, se destacan los procedentes de Buenos Aires (alrededor de 40 por ciento), a quienes le siguen los turistas oriundos de Entre Ríos, Córdoba y diversas localidades del interior de la provincia de Santa Fe.
También bajó la venta pasajes
Por su parte, el presidente de la Asociación Rosarina de Agentes de Viajes (ARAV) Oscar Vázquez, describió la actual situación como “totalmente distinta a la del año pasado en la misma fecha. Hay muy poca venta de pasajes. Me animo a decir un 50 por ciento menos y no sólo para el fin de semana largo, sino para las vacaciones de invierno para las cuales falta apenas un mes y hay muy poco vendido”.
“No hay que echarle la culpa a la gripe A, lo que nosotros vemos en los mostradores es que la gente no puede sustraerse al común denominador recesivo nacional e internacional”, dijo Vázquez.
Los titulares de agencias de viajes afirman que no esperaban que la merma en la actividad fuera tan marcada, lo cual compromete la situación de muchos operadores que compraron paquetes turísticos enteros y contrajeron compromisos con hoteles, restaurantes y empresas de transporte, que ahora deberán asumir, aunque no logren vender lo que habían estimado.
Los precios en los pasajes para destinos turísticos nacionales aumentaron entre 30 y 40 por ciento, respecto del año anterior y los lugares preferidos son: Cataratas, Mendoza, Talampaya (y otros puntos del noroeste argentino), y Uruguay, aunque según confirma Vázquez, con demasiada tranquilidad.


