El ministro del interior Aníbal Fernández calificó de "despreciable” la actitud del ex dictador Reynaldo Bignone, quien publicó en Internet una carta donde incentiva a la juventud a “terminar" lo que los dictadura no pudo.

Fernández ratificó, además, la preocupación del gobierno por la desaparición del testigo del caso contra el represor Miguel Etchecolatz, Jorge Julio López, a la vez que aseguró que la investigación la desarrollan "quince brigadas (policiales) en distintas acciones" y se mostró "optimista en encontrarlo con vida".

“¿A quién se le ocurre arremeter contra molinos de viento?”. Con esta referencia a proezas quijotescas, Bignone apeló en una carta a la juventud para “terminar con aquello que quienes lideraron el gobierno militar no pudieron concluir”.

El texto fue publicado en una página de Internet de Argentinos por la memoria completa, una de las entidades que convocan al acto del próximo jueves para recordar a los militares muertos por la guerrilla y que reivindica el accionar del gobierno de facto. Pero el revuelo mediático fue tal que, poco después de se conociera la noticia, la carta fue retirada del sitio.

“Terminen lo que nosotros no supimos ni pudimos terminar”, escribe Bignone y nuevamente se refiere a la juventud: “Son JOVENES (así, con mayúsculas). Además no arremeten contra molinos de viento, sino contra personas de carne y hueso que, cargados de odio, deformaron la moderna historia argentina. Y ellos, que no la vivieron, pretenden ponerla en su lugar. ¿Qué es esto sino una heroica quijotada?”

En referencia a la militancia de las nuevas generaciones en lo que el ex militar considera como una reivindicación, agrega: “Es mucho lo que arriesgan en épocas difíciles y ellos lo saben. Sin embargo, armados de la verdad y los principios, sin lanzas como los personajes de Cervantes, pero con dedicación, trabajo, organización , la palabra oral y escrita, siguen adelante, seguros del triunfo final, ya que la verdad se puede deformar u ocultar por un tiempo, pero al cabo, aparece en toda su magnitud”.

Y concluye: “De los personajes cervantinos también surgió aquello de ladran Sancho, es señal que cabalgamos. ¿Quién puede negar que están cabalgando?”.