A otra cosa mariposa. Luego del anuncio presidencial sobre el destino que dará al dinero que ingrese al fisco por el aumento de las retenciones agropecuarias, el gobierno llamó a “dar vuelta la página” en el conflicto con el campo. Algo que no parece que sucederá tan fácil si se tiene en cuenta la disconformidad de los dirigentes agrarios conque se perjudique “a un solo sector”.
Quien planteó este martes la postura oficial fue el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien, casi parafraseando al periodista Santo Biasatti, dijo que se buscará hablar “de otros temas” –no de las retenciones– con las entidades agropecuarias, a las cuales hoy se definiría cuándo se las convocará a dialogar.
El jefe de Gabinete, en declaraciones a una radio porteña, ratificó que el nuevo programa del gobierno afectará sólo a aquellos sectores que "reciben una renta extraordinaria no esperada" como en la actualidad el agro.
"No estamos castigando que la gente gane plata por producir soja -explicó-. Tenemos un problema, porque la producción de soja desalienta otras producciones".
Alberto Fernández remarcó que las retenciones móviles dispuestas para la exportación de granos "son una herramienta de política económica con la que cuenta el Estado".
"La Constitución, en su artículo 4, dice que los ingresos del Estado nacional se compondrán de tales impuestos y de los derechos de exportación e importación", agregó.
Por otra parte, el funcionario nacional recordó que el reclamo oficial para la distribución del ingreso es "en términos prácticos, hacer que aquellos a quienes les va bien colaboren".


