El ministro de Salud, Ginés González García, exigió "un castigo ejemplar" para el juez de Misiones que atribuyó la muerte de una niña que se encontraba en coma cerebral a la ablación de sus órganos para un trasplante , y no al daño que le causó ser atropellada por un auto.
"El juez es un ignorante supremo", dijo el ministro al referirse al fallo de Carlos María de la Cruz, sentencia que calificó de "absurda" y que "no favorece" la donación de órganos.
En declaraciones a Canal 13, González García indicó que el juez de instrucción de Eldorado "debe ser sancionado. Voy a hacer todo lo que pueda, esto no puede quedar sin un castigo ejemplificador para él".
El magistrado atribuyó la muerte de una niña de 12 años, que había sido atropellada y que se encontraba en coma cerebral, a la ablación de sus órganos por lo que rechazó la demanda presentada por daños y perjuicios presentada por sus familiares.
El caso se produjo hace seis años cuando María Agustina Bernasconi fue atropellada por un vehículo en la turística localidad de Puerto Iguazú por una joven de 16 años que salía de una fiesta. La niña, a raíz de las heridas que sufrió, ingresó en un estado de coma cerebral.
Dos días después, los facultativos que asistían a la nena determinaron que no tenía posibilidades de sobrevida. Por ello los padres autorizaron la desconexión de los aparatos mecánicos y la posterior donación de sus órganos.
"El juez es un ignorante supremo", dijo el ministro al referirse al fallo de Carlos María de la Cruz, sentencia que calificó de "absurda" y que "no favorece" la donación de órganos.
En declaraciones a Canal 13, González García indicó que el juez de instrucción de Eldorado "debe ser sancionado. Voy a hacer todo lo que pueda, esto no puede quedar sin un castigo ejemplificador para él".
El magistrado atribuyó la muerte de una niña de 12 años, que había sido atropellada y que se encontraba en coma cerebral, a la ablación de sus órganos por lo que rechazó la demanda presentada por daños y perjuicios presentada por sus familiares.
El caso se produjo hace seis años cuando María Agustina Bernasconi fue atropellada por un vehículo en la turística localidad de Puerto Iguazú por una joven de 16 años que salía de una fiesta. La niña, a raíz de las heridas que sufrió, ingresó en un estado de coma cerebral.
Dos días después, los facultativos que asistían a la nena determinaron que no tenía posibilidades de sobrevida. Por ello los padres autorizaron la desconexión de los aparatos mecánicos y la posterior donación de sus órganos.
