Mohammed Mursi, candidato de los Hermanos Musulmanes, será el nuevo presidente de Egipto, tras lograr el 51,7% de los sufragios en la segunda vuelta de las históricas elecciones presidenciales celebrada el 16 y 17 de junio, anunció la Comisión Nacional Electoral.

Mursi, de 60 años, se impuso así a su contrincante Ahmed Shafik, quien logró el 48,3%, según informó en rueda de prensa desde El Cairo, el presidente de la Comisión Nacional Electoral, Faruk Sultan.

La participación registrada en la segunda vuelta de los comicios fue del 51,85%, cuatro puntos porcentuales por debajo de la cifra registrada en la primera vuelta, agregó la Comisión al presentar los resultados oficiales definitivos, tras varias postergaciones que tensaron la situación política.

Los Hermanos Musulmanes, la organización islamista más grande del mundo y prohibida por décadas en el país, paradójicamente hereda el poder de manos del hombre que durante años les impidió la participación política, el depuesto Hosni Mubarak, condenado a prisión y agonizante tras ser expulsado del poder en 2011, en la rebelión popular conocida como la "primavera árabe".

Uno de los primeros comentarios de la organización islamista, escrita en la red social Twitter tras el anuncio del resultado, decía que se iniciaba "una nueva era para Egipto y para el mundo árabe" y señalaba que ya comenzaron las conversaciones para formar su equipo presidencial y un nuevo Ejecutivo que represente "el espíritu de la revolución".

"Al tiempo que los egipcios celebran su libertad, rendimos tributo especial a los mártires de la gran revolución egipcia: su sangre no se derramó en vano", añadió el grupo en recuerdo a los más de 850 muertos y más de 6.400 heridos por la represión de las fuerzas de seguridad durante las protestas.

Segundos luego de conocerse el resultado oficial, decenas de miles de personas que estaban congregadas en la plaza Tahrir recibieron con gritos y una explosión de júbilo la designación de Mursi.

Los congregados, centenares de los cuales permanecían en el emblemático lugar desde la semana pasada, aprovecharon para exigir el fin del dominio militar sobre la política egipcia, control que asumieron tras el derrocamiento de Mubarak, y que aumentaron en los últimos días con la promulgación de un anexo a la Declaración Constitución del país.

De hecho, Mursi no contará con los amplios poderes de sus predecesores, tras las medidas adoptadas por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que recortaron ampliamente sus competencias con la promulgación del anexo.

En la práctica, el nuevo mandatario no podrá ordenar la intervención del Ejército sin la aprobación de los militares y tampoco podrá decidir sobre su personal ni su presupuesto.

Con el nombramiento está también más cerca la transmisión del poder a un gobierno civil, tras más de 16 meses en manos de los militares. La cúpula militar anunció su intención de entrar el poder a Mursi y al gobierno que designe el 30 de junio.

El jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, Mohamed Tantawi, aplaudió el resultado de los comicios y felicitó al vencedor, informó la agencia española de noticias Europa Press.

Mursi se convierte a partir de hoy en el primer presidente elegido democráticamente en la historia egipcia, tras un extenso proceso que involucró a varios candidatos y puso fin a más de seis décadas de un variopinto monopolio castrense en el cargo.

Fuente: Télam