El mundo musulmán reacción con fuerza a unas recientes declaraciones del Papa, interpretadas como un ataque contra el Islam. En un discurso que dio el pasado martes 12 de septiembre en la Universidad de Ratisbona (sur de Alemania), Benedicto XVI condenó el integrismo religioso, afirmó que la “jihad” (guerra santa) va contra Dios y consideró “irracional” defender la fe con la violencia, según informa el matutino español El País.

Las reacciones no tardaron en aparecer. El parlamento de Pakistán, por ejemplo, aprobó una resolución de condena contra el Papa por sus “despectivos” comentarios. En Gaza, una granada explotó en una iglesia cristiana, aclara la misma fuente. En la resolución del parlamento paquistaní, aprobada por unanimidad, se acusa al pontífice de hacer comentarios “despectivos” sobre el Islam y el profeta Mahoma, y se le exige una disculpa por herir los sentimientos de los musulmanes.

También en Pakistán, un estudioso del Islam, Javed Ahmed Gamdi, califió de irresponsables los comentarios del Papa. En la vecina región de Cachemira, la Policía india requisó los periódicos en los que se informaba del discurso de Benedicto, para prevenir cualquier tensión.

A pocas horas de las palabras del Santo Padre, el principal jerarca de Turquía en materia religiosa, Al Bardakoglu, le pidió que se disculpara por sus dichos, a los que calificó de “extraordinariamente preocupantes, desconcertantes y desafortunados”. Bardakoglu agregó que las declaraciones papales eran “abominables, hostiles y con un prejuicioso punto de vista”. Según el jerarca turco, aunque los musulmanes expresen críticas contra el cristianismo, nunca difamarían la Biblia o a Jesucristo.

En Alemania, desde donde Benedicto pronunció su polémico discurso, la comunidad musulmana consideró “irritantes y deplorables” sus palabras. En Egipto, el líder del principal partido opositor, los Hermanos Musulmanes, Mohammed Mahdi Akef, invitó a los gobiernos y sociedades islámicas a romper relaciones con el Vaticano si el Papa no pide disculpas.

En su página web, el movimiento considera que las declaraciones del obispo de Roma reavivan la crisis abierta por las caricaturas de Mahoma publicadas por el periódico danés Jyllands-Posten en septiembre del año pasado, lo que desató violentas protestas en todo el mundo.

Por su parte, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, señaló ayer que el Papa no tenía intención de herir los sentimientos de los creyentes musulmanes, sino dejar en claro que rechazaba la violencia motivada por la religión.