Erich Priebke, el ex oficial nazi que participó de la masacre de 335 personas en las Fosas Ardeatinas de Roma durante la Segunda Guerra Mundial, celebró ayer sus 100 años junto con su familia en el último piso del edificio en el que vive, en plena capital italiana. Según publica este martes, el diario Tiempo Argentino "el festejo provocó el repudio de un grupo de ciudadanos que protestó por las condiciones de arresto de Priebke y exigió que el ex comandante de las SS pida disculpas por los crímenes que cometió".

El ex oficial nazi vive allí desde 1998, cuando la Justicia italiana lo condenó a cadena perpetua y dispuso que, debido a su edad y su presunto delicado estado de salud, cumpla con un régimen de arresto en su domicilio, cercano al centro de Roma.

Esa condición le permite hacer compras por el barrio, pasear por un parque cercano o cenar con amigos en restaurantes. Siempre debe estar escoltado por un agente de la policía.

La sentencia judicial contra Priebke llegó cuatro años después de que el anciano fuera descubierto por Sam Donaldson, un periodista de la cadena ABC, mientras caminaba por las calles de Bariloche, ciudad en la que residía desde 1954. En el inesperado encuentro con el cronista estadounidense, Priebke reconoció haber participado de la masacre de las Fosas Ardeatinas, el 24 de marzo de 1944, cuando las tropas de ocupación de la Alemania nazi asesinaron a 335 personas en Roma. "Sí, estuve allí. Eran órdenes emitidas desde el comando. Una orden era una orden y tuve que cumplirla", se justificó el nazi. Los fusilamientos en las Fosas fueron ordenados por Adolf Hitler para vengar la muerte de 33 soldados alemanes, víctimas de una bomba callejera que había sido instalada en Roma por un grupo de militantes comunistas.

Tras el fin de la Segunda Guerra, Priebke escapó a Buenos Aires. Pocos años después emigró hacia Bariloche, donde residió como un respetado vecino. Allí transcurrieron 50 años de impunidad, hasta que confesó públicamente el papel que jugó en los crímenes del nazismo y fue extraditado a Italia, donde finalmente fue condenado a prisión perpetua.