Los concejales oficialistas anularon en la sesión de esta tarde cualquier posibilidad de realizar un nuevo llamado a oferentes para el sistema de transporte. El proyecto del concejal cavallerista Alfredo Curi pedía la suspensión de la licitación en marcha ya que el último aumento del boleto modificó la ecuación económica de ese servicio. El edil reclamaba que cuando se lanzó la licitación, la tarifa era 75 centavos y hoy es 95. Para Curi estas nuevas reglas del juego podrían generar interés en empresas que no se presentaron para la licitación, que tiene como oferentes a los mismos grupos que hoy manejan el sistema de transporte –Rosario Bus, Las Delicias y una UTE formada por Cotal y Etar– con un servicio “desguazado y deficiente”. Sin embargo, la mayoría que ostenta el socialismo en el Palacio Vasallo rechazó de plano esa posibilidad y anuló el debate sobre uno de los temas más sensibles para la gestión socialista. De hecho, esta semana el propio intendente Miguel Lifschitz debió desmentir un nuevo aumento del boleto, ante la imposibilidad de conseguir más subsidios nacionales para el sistema. Los porqué del caso Assa Por otro lado, el intendente Miguel Lifschitz respondió hoy el pedido de informe que había realizado el concejal justicialista Osvaldo Miatello para conocer por qué Rosario se quedó afuera de Aguas Santafesinas SA (Assa). A través del documento oficial, Lisfhitz aseguró que la ciudad quedó marginada de la empresa estatal, la única de las quince localidades de Santa Fe afectadas que tomó esa decisión, “no por falta de voluntad política de la Municipalidad sino por la absoluta indiferencia del gobierno provincial”. Además, señaló que el gobierno provincial nunca informó el plan de obras y que la Municipalidad se enteró de la evolución de la empresa por los medios.