Ni el jurado ni la gente. No, Alejandra Pradón no logró bailar como la gente y tampoco conmover al público en su intento por apelar a la lástima porque ella no es como las demás, ya que las demás no se cayeron desde un séptimo piso, y se convirtió con mucho más pena que gloria en la primera despedida de Bailando por un Sueño 3, el ciclo que conduce Marcelo Tinelli.

Días antes, por la "falta de respeto" del jurado que le dio la más baja calificación y no comprendió que ella resurgió de las cenizas, anunció su renuncia y la producción ya había contactado a Natalia Fassi para reemplazar a Pradón. Pero anoche sorprendió y apareció en el duelo contra la Tigresa Acuña y Beatriz Salomón, que finalmente cosecharon mayor apoyo del público y seguirán bailando.

Apenas el 10 por ciento se inclinó por Alejandra, que ni siquiera esperó el resultado de la votación ya que luego de un último cruce con Gerardo Sofovich –que la acusó de apelar a "la lástima"– se fue entre lágrimas y dejó solo a su soñador. Antes anunció que fuera cual fuera el resultado no seguiría bailando y que le dejaría el lugar a Natañia Fassi, que al final se entrenó al programa pero se quedó afuera del ciclo.

Antes del final del programa Sofovich anunció que le iba a donar 5 mil pesos al muchacho que tuvo la mala suerte de tener como compañera a la Pradón. Matías, el muchacho, quiere construir una escuelita de educación artística para discapacitados en su Montevideo natal.