El programa Voluntariado Universitario, del Ministerio de Educación, que busca profundizar el vínculo de las universidades públicas y sus institutos con la sociedad, registró un fuerte aumento de proyectos y participación en sus convocatorias anuales desde su creación, en 2006.

Ese año, la cartera educativa creó el programa, para lograr el objetivo mencionado al incentivar el compromiso de los estudiantes de nivel superior universitario con la realidad social y promover su participación solidaria, orientada al desarrollo de sus comunidades.

Los proyectos tienen una duración de seis meses o un año y pueden ser diseñados e implementados, como mínimo, por equipos integrados por 10 estudiantes regulares de universidades nacionales, provinciales e institutos universitarios nacionales.

También se promueve que puedan participar docentes e investigadores de materias afines a las carreras que prosiguen los estudiantes

El programa cuenta con convocatorias anuales en las que, desde 2006 a 2011, los proyectos presentados aumentaron de 1.100 a 1.400, los estudiantes participantes de 8.000 a casi 10.000 y las organizaciones sociales involucradas de 700 a casi 2.500.

Marcos Giampani, estudiante de derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), sostiene un proyecto en el barrio porteño de Balvanera, donde desde 2009 junto a 12 compañeros comenzó a ofrecer asesoría jurídica gratuita en un local transformado en oficina, en la esquina de Corrientes y Junín.

El joven contó a Télam que brindan asesoramiento jurídico a los vecinos del barrio los lunes, jueves y sábados, y aclaró que "ninguno en el grupo patrocina en ningún caso, sino que aquí sólo derivamos, ése es nuestro objetivo".

“La gran mayoría de las consultas son por trámites por pensiones no contributivas, para adquirir subsidios para jubilados o adolescentes, en situaciones precarias y también hay muchas por trabajo no registrado, ya que es una zona en la que prevalece este tipo de empleo, sobre todo, en las casas de telas”, afirmó.

Giampani contó que “desde 2009 nos venimos presentando todos los años y logramos sostener este proyecto en el que hoy participamos 30 personas, entre las cuales hay 28 estudiantes y dos profesionales matriculados”.

Grisel Azcuy, que cursa tercer año de Geografía en la UBA, dijo a esta agencia que desde octubre pasado, junto a 13 compañeros y dos docentes de la carrera participa en un proyecto focalizado "en el consumo de agua no segura y lo que genera en los asentamientos, enfermedades de todo tipo, principalmente parasitosis".

“Para nosotros esto expresa la necesidad de que la universidad se pueda vincular con problemáticas concretas, en este caso desde la disciplina", precisó.

Azcuy señaló que trabajan en el barrio porteño de Barracas, en la villa 21-24, donde relevan información acerca del grado de contaminación, el estado de las cañerías y la ausencia de infraestructura, en el marco de trabajar en la urbanización para mejorar la calidad de vida de los vecinos.

“La iniciativa fundamental tuvo que ver con que vimos que el Voluntariado Universitario es una manera de integración, que nos permite salir de la esfera académica, sino uno termina estudiando teóricamente sin vincularse con la comunidad” aseveró.

La convocatoria de este año cerró el 14 de mayo y, según fuentes oficiales, se presentaron 1.474 proyectos, que son evaluados para que puedan comenzar a desarrollarse en julio próximo.

Para la evaluación se convocó a docentes de universidades e institutos universitarios nacionales para que conformen el Consejo Asesor, que llevará adelante el proceso de evaluación por selección de los proyectos presentados.

Las prioridades las tendrán los proyectos que promuevan el desarrollo comunitario, vinculen a las instituciones u organizaciones por fuera de la universidad, aporten a la formación académica y al desarrollo profesional de los estudiantes y promuevan la función social de la universidad.

Fuente: Telam