Para el intendente Miguel Lifschitz, con la muerte del Negro Roberto Fontanarrosa se fue “quizás el más grande artista que dio la ciudad en la última década”. “El Negro deja una gran obra literaria y humorística, una obra monumental que seguramente se agigantará con el tiempo”, señaló.
En cuánto al impacto de la noticia, Lifschitz aseguró a Rosario3.com que “la verdad es que era algo que uno suponía que podía pasar pero que de todas formas llega con un gran dolor y tristeza”.
“Es un día de luto para el hombre y la mujer común de la ciudad, y más, porque lo llora la argentina”, se lamentó el intendente, quien en este caso habló más como rosarino y admirador del Negro, que como funcionario.
“La verdad que tanto su faceta literaria como humorística eran brillantes y no podría elegir entre una y otra, sí creo que lo más fascinante era su hombría de bien, su simpatía y compartir en un bar esos chispazos que hacían de un momento cotidiano una humorada”, recordó.
En ese sentido, Lifschitz destacó el “afecto y cariño de la gente que recibió en este tiempo tanto a nivel nacional como internacional” y que por fortuna el gran creador pudo recibir en vida.