Lionel Messi nunca deja de sorprender: cuando toda la expectativa estaba centrada sólo en su regreso a la actividad después de la lesión muscular, el crack argentino se despachó con dos goles para decorar la goleada del Barcelona sobre el Getafe y para hacer explotar al Camp Nou.

El mediocampista culé Cesc Fábregas marcó los dos primeros goles del Barsa (el primero de cabeza y el segundo de penal), pero la afición blaugrana estalló a los 15 minutos del segundo tiempo, cuando el Tata Martino dio la orden para que Messi salga a calentar. Tres minutos después, Leo saltó al campo en reemplazo de su amigo Andrés Iniesta.

Lejos de administrar sus energías en el regreso oficial a la competencia, a Messi se lo vio activo y participativo desde el primer instante. A los 44 del segundo tiempo, Leo aprovechó un rebote y con toda su calidad tocó al palo derecho del arquero de Getafe, que sólo atinó a contemplar la conquista del mejor futbolista del planeta.

Pero como siempre ocurre cuando se trata de Lionel, lo mejor estaba por llegar: en el cuarto minuto adicionado, el astro rosarino tomó la pelota cerca de la línea central e inició su clásica carrera imparable hacia el arco, seguido por cinco defensores. La Pulga hizo un leve amago y definió con fuerza arriba.

Después del partido, Leo habló con la prensa y dijo que "estos dos meses han sido muy duros". Y a continuación expresó su alegría: "Muy feliz por la victoria y por volver a las canchas con mis compañeros. Muchas gracias a todos por el apoyo", señaló.

La celebración fue completa en el estadio culé. Los fanáticos se conformaban con ver otra vez a su ídolo en el terreno, y se llevaron en las retinas dos golazos inolvidables. El rey está de regreso y el mundo del fútbol lo festeja.