Los datos de este miércoles de Prefectura no fueron alentadores: la altura del río era de 1,07 metro, 15 centímetros por debajo de la marca del domingo que fue de 1,22.
Esto complica no sólo la actividad náutica, por la imposibilidad de sacar lanchas y sobre todo barcos de las caletas, sino además la provisión de agua potable, que llega con baja presión a las zonas más alejadas del río.
Sobre este punto, el ministro de Aguas y Servicios Públicos, Antonio Ciancio, informó que se "incorporarán en dos o tres meses dos nuevas bombas de extracción de agua cruda en la toma de la planta potabilizadora sobre el río Paraná".
"Estas nuevas bombas –explicó el ministro–, se agregan a las siete flotantes móviles que se incorporaron el último verano y a las 8 que funcionan históricamente en la planta. En el último verano, la incorporación de estas bombas permitió que esta situación, que era muy parecida, fuera controlada", recordó.
En cuanto a la asistencia en la emergencia, Ciancio indicó que "se continúa con la distribución de cubas a través de 20 camiones cisterna" y que "se han incorporado dos más".


