La presidenta Cristina Fernández reiteró en sus discursos que el sector agrario nacional no es el que mayor aportes hace para el crecimiento de la economía y la creación de empleos. Incluso la mandataria ilustró sus palabras con números del impacto de la producción agropecuaria en los números del Estado.
"Desde el boom sojero el crecimiento ocupacional del sector rural creció solo 1,5 y el resto, creció en un 17 por ciento, por eso tenemos hoy un 7,5 por ciento de desocupación", dijo la presidenta.
El periodista Álvaro Torriglia, al frente del suplemento económico del diario La Capital, explicó que la repercusión de la producción agropecuaria en la economía puede medirse de acuerdo a su participación en el Producto Bruto Interno, en la creación de empleo y en la recaudación del fisco.
“Si bien es cierto que el aporte del campo en la recaudación fiscal es bajo, porque se recauda más por el IVA que pagan los consumidores o las ganancias de los trabajadores, también hay que tener en cuenta que el sector agropecuario hace la diferencia. Es la caja porque permite ingresar divisas que el gobierno necesita para sostener el nivel de reservas y mantener el precio del dólar", dijo Torriglia a Rosario3.com.
En cuanto a la creación de empleo, Torriglia sostiene que el campo es más bien “expulsor de mano de obra”, sobre todo a medida que se avanza en materia tecnológica. “Se trabaja mucho con la tercerización, los puestos laborales en el campo no son muchos. Son las empresas de servicios asociadas las que permiten crear trabajo de manera indirecta y las que ayudan a sostener a los pueblos del interior”
Finalmente, con respecto al aporte del campo en el crecimiento del PBI, Torriglia dice que no debería medirse sólo la exportación granos y carnes sin procesar porque son mínimos. “Allí debería medirse el campo como agroindustria, es decir la producción y las ventas de productos procesados (como harinas y aceites) que son más relevantes en su participación del crecimiento económico argentino”, analiza.
Concluye en que si bien los números pueden no ser determinantes en los números finales de la macroeconomía, “el campo es el que exporta y aporta divisas, es la caja del Estado”.
"Desde el boom sojero el crecimiento ocupacional del sector rural creció solo 1,5 y el resto, creció en un 17 por ciento, por eso tenemos hoy un 7,5 por ciento de desocupación", dijo la presidenta.
El periodista Álvaro Torriglia, al frente del suplemento económico del diario La Capital, explicó que la repercusión de la producción agropecuaria en la economía puede medirse de acuerdo a su participación en el Producto Bruto Interno, en la creación de empleo y en la recaudación del fisco.
“Si bien es cierto que el aporte del campo en la recaudación fiscal es bajo, porque se recauda más por el IVA que pagan los consumidores o las ganancias de los trabajadores, también hay que tener en cuenta que el sector agropecuario hace la diferencia. Es la caja porque permite ingresar divisas que el gobierno necesita para sostener el nivel de reservas y mantener el precio del dólar", dijo Torriglia a Rosario3.com.
En cuanto a la creación de empleo, Torriglia sostiene que el campo es más bien “expulsor de mano de obra”, sobre todo a medida que se avanza en materia tecnológica. “Se trabaja mucho con la tercerización, los puestos laborales en el campo no son muchos. Son las empresas de servicios asociadas las que permiten crear trabajo de manera indirecta y las que ayudan a sostener a los pueblos del interior”
Finalmente, con respecto al aporte del campo en el crecimiento del PBI, Torriglia dice que no debería medirse sólo la exportación granos y carnes sin procesar porque son mínimos. “Allí debería medirse el campo como agroindustria, es decir la producción y las ventas de productos procesados (como harinas y aceites) que son más relevantes en su participación del crecimiento económico argentino”, analiza.
Concluye en que si bien los números pueden no ser determinantes en los números finales de la macroeconomía, “el campo es el que exporta y aporta divisas, es la caja del Estado”.


