El nombre parece ser el de un plato muy pero muy sosfisticado, de esos que se encuentran en las cartas de menúes de los más importantes restaurantes franceses. Sin embargo, es una receta provenzal muy popular en Francia que se puede elaborar con todo tipo de hortalizas. Casi siempre lleva tomate, berenjena, calabacín, pimientos, cebolla y ajo.
En este caso, el chef Marcelo Megna la acerca al segmento de El sabor del mediodía con un toque personal que hace a su marca registrada. Primero aconseja cortar tocino ahumado en lardones pequeños, incorporarlo junto con una cebolla pequeña (cortada en finas julianas) a una sartén caliente con aceite de girasol.
Luego, agregar los vegetales trozados (en dados pequeños): pimiento rojo y verde, berenjena, zucchini y tomate.
Más tarde salpimentar y saltear. Y añadir vino blanco, una taza de puré de tomates y finalmente 2 huevos frescos. Por último, condimentar los huevos con sal. Incorporar finalmente perejil picado a la preparación.
Incluso, el plato no sólo es visto en las mesas sino también en el cine. En este plato se inspiró el asesor de la película Ratatouille, el chef estadounidense Thomas Keller, para la creación del manjar que deja extasiado al desalmado crítico Antón Ego, presonaje de la película de dibujos animados.


