Usar el sauna con regularidad puede reducir considerablemente el riesgo de accidente cerebrovascular, según un estudio realizado en Finlandia.

La investigación, publicada en la revista Neurology y reproducida por Doc Salud, evaluó la relación entre el uso de saunas y los accidentes cerebrovasculares (ACV) a partir del seguimiento de más de 1.600 personas durante un promedio de 15 años.

Tras analizar los resultados, descubrieron que quienes usaron el sauna entre cuatro y siete días a la semana mostraron un riesgo 61% menor de tener un ACV, en comparación con aquellos que fueron solo una vez a la semana.

Por su parte, entre quienes acudieron dos o tres veces por semana, el riesgo bajó un 14%. Lo destacado es que los beneficios persistieron incluso después de ajustar otros factores que podrían afectar ese riesgo, como el ejercicio, el colesterol alto, el tabaquismo y la diabetes.

“Estos resultados son interesantes porque sugieren que esta actividad que las personas utilizan para la relajación y el placer, también puede tener efectos beneficiosos sobre su salud vascular al reducir la presión arterial”, dijo el autor del estudio, Setor Kunutsor, de la Universidad de Bristol.