Sabrina Ferrarese

“En África me escondía para cantar, mis padres me retaban si me oían”. David Dodas Bangoura es el protagonista de “El gran río”, un filme dirigido por el realizador rosarino Rubén Plataneo y la producción ejecutiva de la periodista Virginia Giacosa. Este viernes se estrena en el cine El Cairo, a las 20.30. La película cuenta la historia de este joven músico nacido en Conakry, capital de Guinea, quien a la edad de 17 años empredió como polizón un viaje increíble que lo trajo a esta ribera. Aquí pudo cumplir su gran sueño, grabar un disco en donde puso su voz y todos los sonidos que fue guardando en su vida.

“Valoro mucho que al director le haya importado mi historia. Esta película significa mucho para mí, es la posibilidad de tener para siempre un recuerdo de lo que viví”, dijo sobre “El gran río”, en contacto con Rosario3.com. “Mucha gente va a conocer mi historia, va a poder saber cómo es la vida en África y cómo es mi vida ahora”, agregó.

El film es, en síntesis, un viaje. En 2004, David se animó a cruzar el mapa. Los días en su ciudad natal eran difíciles. “Vine a Argentina por la dictadura del gobierno militar que había en mi país. No podía ir a la facultad, mi padre no estaba de acuerdo con el sistema. Allá mi vida podía arruinarse”, señaló al hablar sobre los motivos que lo llevaron a dejar a su familia atrás. Lo hizo de una manera arriesgada, peligrosa. Se subió al hélice de un barco carguero junto a dos amigos: Fonike y Lamine. En San Lorenzo se tiró al río, nadó y soltó anclas, sin imaginar que le esperaba solidaridad, refugio y el descubrimiento de un realizador audiovisual que decidió contar su odisea.

En Rosario no sólo pudo vivir mejor. También logró hacer realidad un deseo que por mucho tiempo creyó imposible: convertirse en Black Doh y rapear. “Desde los 12 años me gusta cantar pero en mi familia estaba prohibido”, indicó. Según explicó en la tribu a la que pertenece, el canto no está bien visto el canto. “Mis padres me retaban si me oían”, recordó.

“Cruzando el mar” es el nombre de su disco, compuesto por 11 canciones en las que David cuenta algo de su vida allá y mucho de lo que pasó del otro lado del río. Logró grabar su música en el marco del mismo proyecto que llevó adelante la película y de la mano de un concurso provincial. En la tapa se lo puede ver, dibujado, sobre un gran pez, desafiando las olas de la adversidad.

Este material llegó a África, a la mismísima casa de Black Doh. El director Rubén Plateneo viajó a la remota localidad y le llevó esa música a los padres. El encuentro forma parte del filme. “La película es la unión con mi familia”, interpretó David, quien agradeció la oportunidad de volver a ver, aunque sea a través de una pantalla, los rostros de sus seres queridos.

Actualmente, el joven rapero está instalado en San Telmo, Capital Federal. “Quería cambiar, ya estaba aburrido”, expresó y reconoció que siempre le gustó viajar. Ir y venir, conocer gente y descubrir nuevos ritmos constituyen parte de su esencia. Sin embargo, advirtió: “Rosario es como mi segunda casa. Ahí viven mis amigos. Siempre voy a volver a esa ciudad”.