Es difícil negar que el tabaco perjudica a los que se exponen a él de forma pasiva pero muchos fumadores al volante creen erróneamente que su coche queda limpio con solo ventilarlo. Sus resultados indican que esos niveles exceden los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En la investigación, que publica esta semana la revista “British Medical Journal”, se ha medido la concentración de las partículas dañinas del humo de los cigarrillos en coches con fumadores y en coches libres de humos.

Las partículas que han evaluado, de diámetro inferior a 2,5 µm (micras), reciben el nombre técnico de PM2.5. La OMS aconseja no superar concentraciones de partículas PM2.5 en ambientes cerrados por encima de los 25 microgramos por metro cúbico (µg/m3). Encontramos cantidades de 7,4 microgramos por metro cúbico (µg/m3) en los viajes sin fumadores, pero las cifras llegaron a ser de 85 µg/m3 durante los trayectos en los que había humo”, recoge el estudio. Hasta 3,4 veces más que el límite recomendado por la OMS.

Para comprender el nivel alcanzado, los investigadores explican que la concentración en los coches de fumadores “representa un tercio de los 250 microgramos por metro cúbico que se registraban en los bares de Escocia antes de 2006”, cuando entró en vigor la prohibición de fumar en cualquier sitio público cerrado.

Fuente: SINC