No sólo a Rosario afectó la pedrada. La tormenta también produjo importantes daños en la zona de Casilda, San José de la Esquina, Pujato, Los Molinos y Arteaga.

La pedrada destrozó campos sembrados con trigo, maíz y soja, donde se estima que las pérdidas son millonarias.

También terrenos dedicados a la explotación de frutas resultaron seriamente dañados.

En Casilda hubo muchas roturas en viviendas, voladuras de techos y en varios barrios quedó afectado el servicio de energía eléctrica.

Mientras, los productores de la zona lamentaban las consecuencias sobre todo en el trigo, que, según describieron, "quedó todo triturado".